jueves, 12 de agosto de 2010

Hablar de “payola” en el 2010 todavía es un tema delicado.


Por Emelyn Baldera
Listin Diario

Hablar de “payola” en el 2010 todavía es un tema delicado. Tan delicado que Univisión se ha visto obligada a pagar un millón de dólares para resolver acusaciones de que sus radioemisoras y sus empleados aceptaron pagos secretos en efectivo para difundir con más frecuencia a los artistas de una ex disquera de Univisión.

El caso trasciende más porque allí se cumplen las leyes. Por estos lados, el tema sigue siendo escamoso, pero todo el mundo que trabaja y vive del negocio sabe como funciona.

Ya el problema no es si existe o no, ahora el debate que envuelve a artistas, locutores, directores de emisora, programadores es si debe ser legal o no y sobre los beneficios que esta medida traería a todos los involucrados en el negocio de la música.

“La payola no pega al artista”
Para ir al origen según Wikipedia (la enciclopedia libre) el término payola es una contracción de la unión del verbo inglés “pay” y la palabra inglesa “Victrola”, la última aludiendo al famoso fonógrafo de la compañía RCA Victor de inicios del siglo XX. Existe desde años inmemoriales y aunque todo el mundo sabe que existe a nadie le gusta hablar del tema.

Tras el cable que corrió el mundo donde se anunció que Univisión acordó pagar un millón de dólares para resolver acusaciones de que sus radioemisoras y sus empleados aceptaron pagos secretos en efectivo para difundir con más frecuencia a los artistas de una ex disquera de Univisión, el tema vuelve a interesar.

Sin embargo, ahora el debate es ¿por qué no se legaliza?, y en ese sentido José Peña Suazo habla con nombre y apellido… y de frente.

“Ningún grupo se pega con payola y entiendo que es un término mal empleado”, dice el merenguero que también considera que se ha “satanizado” el tema y el término en sí. “Si hay que pagar para hacer la promoción y la producción ¿por qué no se le puede dar un incentivo a los locutores? Es una especie de intercambio. ¿Cuánto tienen que gastar los dueños de emisoras para ponerlas a funcionar”?; justifica el compositor el “incentivo” que se le da a un locutor.

Según los datos suministrados por una fuente de entero crédito, la famosa payola, que a sugerencia de la fuente y del propio Peña le llamaremos “incentivo”, es un monto pírrico tomando en cuenta que a los locutores solo se le da RD$1,000 pesos y RD$1,500.00 a los más veteranos.

En cambio los directores reciben un regalo de RD$10,000 pesos, aunque no todos. Estos montos se manejan mensualmente, sacando cálculos unos 85 mil pesos cada mes es el presupuesto para sonar en la radio capitalina.

“La cosa no ha variado tanto tomando en cuenta que hace seis años se pagaba 500 pesos a locutores y 3 mil pesos a los directores”, dice un promotor que maneja varios productos importantes del país. Según estas impresiones la payola debe estar como presupuesto de promoción.

MÁS DETALLES SOBRE EL TEMA
APROBACIÓN
Si de algo hay que estar conscientes es de que los locutores al igual que muchos empleados en el país reciben un pírrico salario. No es que se justifique, pero es entendible que un artista que logró el éxito por el apoyo del programador quiera reciprocarle su cariño haciéndole un regalo, lo que tampoco ve val un director de emisora entrevistado, quien pidió no revelar su nombre.

“Han satanizado la radio, los blogeros cobran más que los locutores, ellos te ponen una carita del artista y eso son 5 mil pesos mensuales, si no se les sigue pagando comienzan a hablar de tí y acaban con el artista en el medio que tienen, cosa que no hace el locutor”.

El mismo director asegura que en vez de hablar de payola se debe de hablar de incentivos a gente que son mal pagas, y en ese sentido, el merenguero José Peña Suazo también está de acuerdo en que ese “regalito” monetario que reciben tanto los directores como los programadores de emisora esté incluído dentro del presupuesto mensual de promoción que hace el empresario para promover su producto musical.

Según el director de la emisora, queda claro que “ningún locutor puede decir que si no le dan cierta suma no lo pauta. Es un incentivo, no es pago para sonar”.

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