martes, 26 de octubre de 2010

Varios espectáculos de figuras extranjeras que llegan al país, sin que nadie explique cuál es la razón del descalabro de algunos “show.


Ultimamente se han caído varios espectáculos de figuras extranjeras
que llegan al país, sin que nadie explique cuál es la razón del
descalabro de algunos “shows”.
Algunos temen tratar el tema y escriben sus crónicas alabando la parte
artística, rehuyendo referirse a la notable ausencia de público.
Lo que es peor, algunos cronistas de arte que hacen relaciones
públicos se toman la licencia de hacerle advertencias a los colegas
que cubren algunos espectáculos para que se abstengan de mencionar el
fracaso de los mismos en cuanto a convocatoria.
Uno entiende que se trata de proteger en lo posible la inversión que
han hecho los empresarios, sobre todo cuando hay más de una función, y
la imagen del fracaso del primer día puede afectar la segunda
presentación.
Pero el cronista de arte entiendo que no está para eso, y que con
autocensurarse o segmentar por complicidad la información se le presta
un flaco servicio a los lectores.
Pero, volviendo al tema central, los empresarios artísticos deben
revisarse, porque son los causantes de los problemas que se advierten.
A diferencia de Puerto Rico, donde los empresarios artísticos están
organizados y responden a un esquema institucional, aquí cada quien
anda por su cuenta, haciendo apuestas a ver quien ofrece más dinero.
Han encarecido el mercado en esa competencia, y por ello sucede que
algunos artistas que cuestan en Puerto Rico 50 mil dólares, aquí no
vienen si no es por 100 mil, para dar un ejemplo.
Han dañado la plaza, pero siguen en la misma competencia, trayendo a
cuanto artista se mueva en el área, amparándose en el patrocinio de
las telefónicas y otros emporios que sostienen la actividad en el
mundo del espectáculo.
Las presentaciones fracasan, pero ellos con el patrocinio compensan,
sin darse cuenta de que llega el momento en que se hace insostenible
mantenerse así.
Volveremos sobre el tema.

fuente Joseph Caceres

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