domingo, 12 de diciembre de 2010

FERNANDO VILLALONA SUEÑA LLENAR EL MADISON Y EL OLIMPICO


Para Fernando Villalona, mantener durante más de 40 años la condición de ídolo del público dominicano es una bendición divina.

Por eso, una de sus metas mas ambicionadas es montar un gran espectáculo en el Estadio Olímpico para junto al pueblo rendir culto al Supremo Creador.
El Mayimbe es de los pocos casos de figuras del espectáculo, los deportes o la comunicación que han logrado levantarse luego de caer a los más profundo del vicio de las drogas.

De hecho, Fernando Villalona y orquesta es una empresa que genera muchos millones de pesos dentro de la industria del entretenimiento.
Por ejemplo, sin necesidad de sonar temas nuevos, el “más querido del pueblo” en cada jornada de este diciembre festivo anima numerosas actividades, la mayoría de las veces, más de una por día.

A pesar de casi ser un sexagenario, Villalona aún convoca gran cantidad de féminas que se colocan frente a la tarima a observar su actuación, incluso en fiestas privadas y empresariales.
En los descansos es asediado por todo tipo de personas, hombres y mujeres quieren fotografiarse junto al ídolo perenne.Incluso, alguna jovencita le manifiesta el interés en pasarle su celular para que hable con su tía residente en Boston y empecinada en recordarle a Fernando los tiempos en que fue novia de uno de sus músicos durante la época dorada del merengue.

Resulta curioso ver al Mayimbe en los descansos de sus bailes meditar, sentado bajo un árbol, y para tomar tiene una gran copa de agua, en contraste con tiempos turbulentos donde se refugiaba en los camerinos o en vehículos con cristales tintados.

Para un hombre que desenvuelve su vida en el mundo de la diversión implica una prueba extrema de voluntad el mantenerse alejado del alcohol y otras bebidas nocivas, apunta Arturo San Quintín, conguero de la banda del Mayimbe desde hace 30 años.
Fernando no toma cervezas, destilados (whisky) ni fermentados (vino), pero tampoco refrescos embotellados, café ni bebidas energizantes, únicamente agua.

San Quintín, conocido como “La Potencia” y a quien Fernando ha estimulado a montar su propio show en las tarimas, nos explica cómo es la relación del cantante con la banda que le acompaña desde hace tres décadas.
Observa que Villalona es incapaz de despedir a un músico, y cuando se ve obligado a prescindir de alguno por faltas o no estar conforme con su ejecución, lo que hace es llegar a un acuerdo para concluir el contrato laboral, pero jamás les echa de manera abrupta. Villalona acaricia otro sueño: llenar el emblemático Madison Square Garden de Nueva York, donde reside una gran comunidad de dominicanos que han respaldado su dilatada carrera artística.

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