miércoles, 19 de enero de 2011

Lotomán fue exhibida anoche en gala premiere en el Palacio de Bellas Artes, en una función matizada por la elegancia de las personalidades .


Lotomán fue exhibida anoche en gala premiere en el Palacio de Bellas Artes, en una función matizada por la elegancia de las personalidades que acudieron a apoyar el nuevo proyecto de Archie López y que disfrutaron de la picardía y humor visceral de la cinta y su aleccionador mensaje de valores familiares.

El Palacio de Bellas Artes se transformó en una pasarela para permitir el acceso de los 600 invitados a los asientos de la platea y presenciar la primera proyección pública de la cinta. La acogida de parte del público fue total, faltando por ver cuanto tiene que decir la crítica especializada. La proyección fue digital, mientas que en los cines será en 35 milímetros.

El filme tiene su base en el impacto de ganar 100 millones de pesos, capaces de cambiar la vida a cualquiera, sobre todo si se es pobre.

La trama argumental, original del arquitecto Martín Díaz Bello, encandiló a los productores de Panamericana y movilizaron todo el andamiaje logístico y de talentos para hacer posible a Lotomán.

Se puede establecer que el primer factor de la acogida masiva que ha tenido Lotomán parte de la limpieza y lo digno de su mensaje. Ciertamente, en algunas comedias dominicanas llevadas al cine, se habían cometido errores al generar guiones cuasi televisivos, facilistas y amarillentos por la reincidencia en los mismos recursos. Su segundo gran acierto es de orden técnico y está vinculados a tres factores: fotografía que supera en ese plano todo lo que fílmicamente había hecho antes su director, favorecido por el uso de la película Kodak 4 y las cámaras; la edición del vasco Ramón Larrañaga, precisa y limpia y el sonido equilibrado y que ofrece un soporte fundamental al desarrollo de Lotoman.

Raymond Pozo y Céspedes, se colocan a la altura fílmica necesaria para desempeñarse como los hermanos entre los que actuará la fuerza del dinero.

Olga Bucarelly y Alfonso Rodríguez, quien se representan a si mismo, en todo lo peleón y autoritario que resulta a primer golpe de vista, quedan muy bien en la cinta.

Sorprenden por su autenticidad, la niña Chelssy Bautista García, y el cantante urbano Vakeró, quienes resultan dos promesas para la actuación.

Piratas: Cuidadito

Se anunció que ha contratado la empresa SEGACA para vigilar física y electrónicamente en las sala que se exhiba el filme a fin de detecta.

fuente el nacional

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