lunes, 25 de junio de 2012

Ricardo Arjona odia sentirse atado. Dice "Los hijos son una extraordinaria pista de aterrizaje”.

Ricardo Arjona odia sentirse atado. Eso es evidente en las emancipadoras letras de sus canciones, que hablan de romper con la rutina y las relaciones amorosas estancadas.



También es uno de pocos artistas que ha logrado salir a flote sin el respaldo de una disquera multinacional. “Quisimos remarcar los aires de libertad, de búsqueda y de riesgo de dejar a un lado la comodidad e intentar cosas nuevas”, dice sobre por qué tituló Independiente su primer disco bajo su propia disquera Metamorfosis, fundada en el 2011.

“Me siento como en mis inicios”, admite el cantante guatemalteco de 48 años, quien ha tenido varios conciertos sold out en su gira. “Estamos atareados pero contentos”.

Lo mismo puede decirse de su vida hogareña en Miami con la modelo venezolana Deisy Arvelo, de 35 años, y el bebé de ambos Nicolás, de casi 2 años.

“Hay que improvisar. Es una tarea que no viene con libro incluido”, dice sobre ser padre Arjona, quien también tiene a Adria, de 20 años y Ricardo, de 18. “Con el chiquito sigo haciendo lo que hice con los grandes, aprendiendo. Es un pedacito de gente que se parece a ti, que tiene cosas tuyas”, añade sobre el bebé, quien lo volvió a sumir en las tareas de cambiar pañales y dar biberón después de tener dos hijos en la universidad. “Trato de aterrizar con él,” añade Arjona. “Los hijos son una extraordinaria pista de aterrizaje”.

También parece haberlo aterrizado su relación de seis años con Arvelo, con quien no hay planes de boda por ahora, aunque dice sentirse pleno.

“Estoy muy bien. Trato de mantener esa parte protegida porque es lo que me sustenta”, afirma el artista. “Los problemas de cualquier gente radican cuando al abrir la puerta de su casa empieza la oscuridad. Cuando entro a mi casa sale la luz. Me siento feliz”.

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