martes, 27 de junio de 2017

Es por la placenta accreta!. La razón por la que Kim Kardashian puede morir si se embaraza.

Uno de los más grandes deseos en la vida de Kim Kardashian es poder convertirse en madre por tercera ocasión, situación que parece complicársele, ya que si no recurre a un método de subrogación, al parecer, no podrá cumplir su deseo.

Esto se debe a que su ginecólogo le habría prohibido volverse a embarazar, ya en las dos veces anteriores, han sido de alto riesgo, sobre todo en la gestación de North West, ya que padece una condición que pone en riesgo su vida y la del bebé.

En aquel momento, a Kim se le diagnosticó algo llamado placenta accreta, el cual es un problema que consiste en aunque parece ser que se tiene un embarazo normal, en realidad, la placenta, el órgano que le proporciona oxígenos y nutrientes al feto, se adhiere fuertemente a la pared del útero, lo cual puede provocar hemorragias intensas y daños severos al útero cuando se le intenta despegarle.

Dicha condición puede detectarse mediante ultrasonido, análisis de sangre para ver los niveles de proteína del feto, una resonancia magnética o por medio de una cistoscopia. Uno de cada 2,500 embarazos experimenta placenta accreta y suele diagnosticarse porque, generalmente, hay sangrado vaginal durante el tercer trimestre.

Cuando nació North West, Kim tuvo que someterse a múltiples cirugías después del parto, y aunque la pequeña nació sin dificultades, la madre la pasó bastante mal.

“Mi médico tuvo que meter todo su brazo dentro de mí para separar la placenta con su mano. Raspó mi útero con sus uñas. ¡Qué desagradable y doloroso!. Fue la experiencia más dolorosa de mi vida. Tuvieron que darme una segunda epidural pero corríamos contra el tiempo, así que tuve que hacer un gran esfuerzo… Dicen que esto es lo que provoca que algunas mujeres mueran durante un parto ya que no tienen el cuidado apropiado. Estoy tan agradecida de que mi médico fuera capaz de captar esto y solucionar el problema de inmediato”, comentó hace algún tiempo Kardashian en su blog.

Las mujeres que tienen placenta accreta deberán programar una césarea y posteriormente, una cirugía que les permita salvar su útero.

Aunque aún se estudia la posibilidad de dejar la placenta en el útero y esperar a que el organismo la reabsorba naturalmente, de modo que no se dañen las paredes del útero con la extracción y preservar la fertilidad de la paciente.
Fuente la Opinion

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