lunes, 19 de junio de 2017

Los tres grandes propulsores del merengue!. Todos los demás merengueros han sido derivaciones y adaptaciones de lo que hicieron estos titanes.

Por Joseph Caceres/Arte Nacional

La historia del merengue en los últimos 50 años registra tres figuras que con su impronta en el medio han sido responsables de los más grandes movimientos que ha tenido el género.

Johnny Ventura , cuya aparición con El Combo Show produjo un replanteamiento en la manera y en la forma de tocar y presentar el merengue, pasando del concepto clásico de las orquestas con los músicos sentados, a incorporar el baile en el frente como parte de una propuesta dinámica enervante, reforzada con una carga de pura esencia popular, rica en gracejo y picardía.

Luego llegó Wilfrido Vargas, quien activó una segunda fase del cohete, impulsando el merengue a dimensiones espectaculares, imprimiéndole mayor vitalidad rítmica, tanto con su orquesta, como con los grupos satélites de su creación (Los Hijos del Rey con Fernando Villalona y Los Kenton, Las Chicán, La Patrulla 15, The New York Band, Altamira Banda Show). Wilfrido en el polano histórico es otro de los grandes artífices del merengue, en la época de mayor relieve y esplendor del ritmo.

El tercer gran movimiento fue el de Pochi Familia con la Coco Band, quien precisamente en estos días está celebrando los 25 años de aquel histórico acontecimiento del Cocotazo 92, la única ocasión en que una orquesta de merengue ha llenado por si sola el Estadio Olímpico Félix Sánchez, junto al cual hay que mencionar las históricas presentaciones en la Playa de Boca Chica y la del Monumento de los Héroes de la Restauración en Santiago, logrando marcas irrepetibles que nadie más ha podido igualar ni repetir.

Todos los demás merengueros han sido derivaciones y adaptaciones de lo que hicieron estos titanes, por más popularidad y fama que haya alcanzado cada uno de manera individual.

Y me atrevo a ir más lejos. Con Pochi Familia se cerró el ciclo del merengue de verdadera trascendencia y efervescencia, como se puede verificar en el hecho de que a partir de la Coco Band el merengue comenzó a declinar como género musical multitudinario, sin que nadie haya podido reimpulsarlo.

Dirán algunos que los urbanos y su “mambo de la calle” han hecho "aportes", opinión que no compartimos, pues vemos eso como una moda que se ha demostrado ha sido efímera y pasajera, sin ninguna valoración estética, conceptual, armóminica, lírica, que más que hacerle bien lo ha contribuido es a hundir el merengue, y con ello a los cultivadores del denominado"mambo violento"

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