lunes, 13 de enero de 2020

Picotean por ahí exintegrante de la dorada agrupación merenguera Las Chicas del Can necesita ayuda urgente.

Picoteando el Espectáculo
Mayagüez.- Por muchos años se paseó por los escenarios del mundo como integrante de las principales agrupaciones de merengue de la década del 80 y 90. Pero, hoy padece de varias complicaciones de salud y no tiene a nadie que le tienda la mano.

Iris Jannette Muñiz Rivera fue la única puertorriqueña integrante de la reconocida orquesta Las Chicas del Can. “Geanni”, como le conocían en el ambiente artístico, era percusionista y en sus espectáculos arrancó aplausos con sus solos de timbal, batería y conga. Hoy vive sola en una residencia en Mayagüez que necesita muchas reparaciones y ella requiere atenciones médicas urgentes.

Muñiz, de apenas 53 años, sufrió un ataque cerebrovascular severo que le provocó daño permanente y problemas de movilidad. Por momentos olvida fechas, nombres y lugares, además de que padece de muchas otras condiciones como soriasis crónica, depresión y necesita ser vista por varios especialistas. Pero no tiene a nadie que la lleve a sus citas médicas, o comprar sus medicamentos. Ni siquiera hacer compra.

“Yo cuidaba a mi mamá, que tenía Alzheimer. Empecé a buscar todas las ayudas que podía, gratis o pagando, pero no encontraba a nadie y eso terminó afectándome”, contó Muñiz.

“El doctor me había dicho que necesitaba hospitalizarme por lo menos, tres días, porque tenía la presión demasiado alta. Me decía que yo estaba peor que mami de salud. Pero no tenía quién me ayudara a cuidar a mami”, añadió.

La tensión que vivía le pasó factura. Hace cerca de doce años, sufrió el delicado episodio de salud mientras cuidaba a su mamá.

“Me dio cuando estaba dormida. Cuando logré reaccionar, me levanté y me acerqué al espejo y me vi desfigurada. Tenía la cabeza hinchada, roja y el ojo izquierdo se salió. No podía hablar. Como pude, monté a mi mamá en el carro y me fui guiando porque sabía que estaba cerca del hospital”, narró la mujer, quien había estudiado agronomía y contabilidad.

“Cuando iba de camino, me fui en blanco y me dio algo más, que no supe lo que era. Intenté llamar, pero no podía hablar”, rememoró Muñiz, quien más tarde supo que se trató de un derrame cerebral agregó.

Gracias a un ángel anónimo que la rescató y llamó a una ambulancia, aún puede contarlo. Pero los problemas apenas comenzaban.

Me dieron de alta para que me pudriera en mi casa porque yo quedé totalmente inútil, en un estado de inconciencia”, recordó.

Su madre falleció hace unos años y Muñiz se quedó prácticamente sola. La casa donde reside fue seriamente afectada por el huracán María, con filtraciones y problemas eléctricos, entre otras cosas.

Su condición se agravó cuando, hace algunos años, sufrió una caída que le postró un tiempo prolongado en cama. Sin embargo, se aferra a su fe cristiana para mantenerse con vida.

La situación por la que atraviesa Muñiz llegó a oídos de la organización católica Caritas, de la Diócesis de Mayagüez, quienes se acercaron a la cadena de farmacias Pharmamax, quienes han liderado iniciativas para ayudar a personas necesitadas de toda la región Oeste.

“En la carta en la que nos solicitan ayuda, solamente nos piden una donación de una nevera, que era su mayor necesidad para guardar sus medicamentos y sus alimentos. Pero, cuando llegamos aquí, nos encontramos con Doña Iris, que tenía varias necesidades, más de las que imaginamos”, sostuvo Stephanie De la Cruz, directora de mercadeo de la cadena farmacéutica.

La casa no tenía agua potable y ninguno de los cuartos de la residencia tenía luz y tenían filtraciones severas. Muñiz dormía -y aún duerme- en la sala porque los cuartos están prácticamente clausurados debido a su deterioro y falta de electricidad.
Fuente primera hora

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