lunes, 20 de septiembre de 2010

Empresarios Artitsticos de NY exponen las diversas razones que hicieron que el merengue perdiera su atractivo.



Ynmaculada Cruz Hierro
Santo Domingo

La historia del merengue tiene una gran parte del éxito registrada en la inmensa plaza estadounidense, específicamente en la ciudad de Nueva York, en donde reside la mayoría de los dominicanos.

Hasta la fecha, la época de gloria del más pegajoso ritmo bailable sucedió en la década de los ochenta y parte de los noventa, en donde hubo un florecimiento de orquestas merengueras, con una inmensidad de producciones artísticas (discos, espectáculos, presentaciones...) y casas discofráficas que hacían de estos artistas grandes estrellas.

Para la época el merengue se presentó en escenarios tan prestigiosos como Radio City Music Hall, Lincoln Center Theater, Carnegie Hall y Madison Square Garden. Durante 15 años el empresario artístico José Tejeda, pionero en el negocio en Estados Unidos, organizó los exitosos carnavales de merengues, hechos registrados como importantes acontecimientos latinos por toda la prensa newyorquina.

El ritmo dominicano ocupó tal importancia para esos tiempos reconocidos medios escritos imprimían suplementes dominicales exclusivamente dedicados al merengue.

Hoy el cuento es otro, y el ritmo ya no concita el interés que generaba 30 años atrás.

Diversas razones llevaron el negocio a la deriva y los empresarios artísticos José Tejeda, Félix Cabrera y Vidal Cedeño, reconocidos y respetables en la plaza, quienes en su momento han trabajado directamente con el más del 90 por ciento de las orquestas del merengue, exponen su parecer ante la realidad.

“El éxito de aquella época estuvo basado en que hubo buenas agrupaciones, excelentes personal que trabaja en el negocio, buenos empresarios que invertía , no que trabajaba por ciento, sino empresarios que invertían en la promoción y se ocupaban de presentar a estas orquestas en los mejores escenarios. A esto también se sumó la saturación de la plaza. Yo advertí a muchos sobre esto, los grupos querían tocar toda la semana aquí...”, explicó Tejeda, quien además recuerda que los carnavales del merengues generaron tanta importancia que en 1986 fue transmitido vía satélite para el mundo.

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FÉLIX CABRERA Y VIDAL CEDEÑO

El conocido empresario Félix Cabrera entiende que la popularidad de los merengueros fue mermando y muchas desaparecieron, con ellas también se esfumaron muchos clubes en la ciudad de Nueva York. Con esto la oferta que tienen las orquesta tradicionales ya no es tan atractiva como en años anteriores.

Para el también empresario Vidal Cedeño la crisis mundial ha tenido que ver con el declive, la ausencia de disqueras que ya no existen, la falta de apoyo emisoras hispanas y la falta de creativadad de los merengueros tradicionales hace que el público pierda el interés.

El dilema del merengue en EEUU
José Tejeda ya está retirado como empresario artístico; durante más de 30 años estuvo dominando el mercado en Estados Unidos junto a su homólogo Ralph Mercado.

Para Tejeda el merengue fue el primer género latino que se abrió paso en esa gran nación y su trabajo y visión tuvieron que ver con la importancia que adquirió el ritmo para esa época.

Recuerda que en los 80 el merengue y sus agrupaciones generaban tal interés que en ocasiones la policía a caballo tuvo que movilizar a la gente para que se marcharan a sus casas debido a la gran cantidad de personas que se interesaban por estas presentaciones.

Para la fecha el merengue atraviesa un gran dilema, no sólo en esta gran mercado, también aquí en su país de origen el ritmo por excelencia de los dominicanos ya ni los suenan en las estaciones de radio locales.

No obstante, tanto Tejeda como Vidal Cedeño y Félix Cabrera coinciden en que este ha sido el mercado más importante y prosperó para el merengue.

Qué pasó
Tejeda asegura que parte del problema ha estado en la pobre inversión y baja publicidad que tienen estas presentaciones.

Recuerda que para el debut de Juan Luis Guerra en Nueva York lo presentó en el Lincoln Center Teather. “El empresario tiene que trabajar y llevar a estos artistas a buenas salas para posicionarse y triunfar”, advirtió Tejeda.

El empresario también apunta a la saturación de la plaza, específicamente en Nueva York en donde las orquestas terminaron bajando la cotización.

Recordó que llegó a presentar a Aramy Camilo en una fiesta que ofreció Oscar de la Renta en donde estuvieron presentes importantes personalidaes del jet set de Hollywood y la realeza como El rey Rainieri y su esposa Grace Kelly. También Fernando Villalona cantó ante los reyes de España en una fiesta que ofreció el presidente de Estados Unidos George Bush. “Esos eran acontecimientos que marcan diferencia de como se trabaja a un artista”, señaló.

Vidal Cedeño tiene 20 años en el negocio y atribuye como causa del problema a la falta de apoyo de las casas disqueras, que ya no existen y que no están apoyando a los artistas, no solo a los dominicanos, sino a todos. Otro aspecto la poca difusión del ritmo en la radio hispana norteamericana.

“En este aspecto hace tiempo que ninguna de las orquestas tradicionales pegan un hit de merengue, en Nueva York ya no existen las disqueras Kubaney, Keren Record ni J&N Records que tenía sus oficinas aquí trabajaban a los merengueros en la plaza. A parte de eso el público cambió y no somos nosotros los que llegamos a los 40 que vamos a disfrutar de estas presentaciones, obviamente que son los más jóvenes y parece que para ellos no es interesante los que están haciendo las orquestas actualmente”, explicó Cedeño.

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PARECER DE FÉLIX CABRERA

En esa misma vertiente el empresario Cabrera, quien invertía además en el negocios de los clubes y debido a la crisis tuvo que cerrar, reconoce que la oferta de las orquestas tradicionales ya no resulta interesante para el público, excetuando a Juan Luis Guerra, que como merenguero se ha convertido en uno de los artistas latinos más importante de todos los tiempos.

“Juan Luis supo mantener su nivel y continuo llevandole al público una variedad musical que siempre ha resultado de interés”, sostuvo.

El empresario también recordó que el merengue tiene su baja en República Dominicana y esto se traduce en el mercado internacional. Cabrera no ve claro el futuro para los merengueros si no aparece una nueva generacion que invente y fucione como lo están haciendo los puertorriqueños, y coloque al ritmo en lugares de primacía.

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