jueves, 27 de octubre de 2011

La muerte de la cantante británica Amy Winehouse concluye que se trató de una «muerte accidental» por una ingesta masiva de alcohol.


El informe forense definitivo sobre las causas de la muerte de la cantante británica Amy Winehouse concluye que se trató de una «muerte accidental» por una ingesta masiva de alcohol. «Es bastante alivio saber por fin lo que ocurrió a Amy», aseguró la familia en un comunicado.

Cuando fue encontrada en la cama por uno de sus guardaespaldas el pasado 23 de julio, había tres botellas vacías de vodka a su lado. La autopsia practicada indica que tenía unos niveles de alcohol en sangre de 416 miligramos de alcohol por cada 100 mililitros de sangre, casi diez veces por encima de la tasa máxima de alcoholemia autorizada para conducir en España (0,5 gramos o 500 mg. por cada litro de sangre).

«Había consumido alcohol suficiente con tasas de 416 mg. por decilitro de sangre, y la consecuencia no intencionada de estos niveles potencialmente fatales fue su repentina e inesperada muerte», explicó Suzanne Greenway, forense de los tribunales de St. Pancras, según la BBC. Las conclusiones forenses permiten, por tanto, descartar las dos hipótesis más difundidas en los días que siguieron a su trágica muerte: el intento de suicidio y la muerte por sobredosis de drogas. Las pruebas toxicológicas ya habían descartado la presencia de «sustancias ilegales» en su cuerpo en el momento de su muerte, en algún punto entre la tarde del 22 de julio y las 15.00 de la mañana del sábado siguiente, cuando su guardaespaldas dio parte a los servicios de emergencia. Morris la había visto en su cama a las 10 de la mañana, pero dio por hecho que estaba dormida.

Scotland Yard ha anunciado que mantiene abierta la investigación, después de reconocer el lunes que las conclusiones finales de los forenses fueron enviadas el viernes por error a una dirección equivocada, y no a los familiares de Winehouse.

Fuente ABC.es

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