Después de que fue divulgada una grabación telefónica, donde Lindsay Lohan pide ayuda a su padre por estar siendo agredida y retenida contra su voluntad por su madre Dina, y de quien dijo estaba drogada, la actriz dio marcha atrás diciendo que “su madre no había consumido drogas” y que “las discusiones entre madre e hija son normales”.
Pero el padre de Lindsay, Michael Lohan, ha vuelto a la carga, y asegura que su ex esposa presionó a Lindsay para que se retractara de lo dicho.
“Esto es sólo otra manipulación por parte de Dina para controlar Lindsay. Dina usa a su hija para cubrir sus fechorías”. En cuanto a la promesa de Lindsay de nunca más volver a hablar con su padre Michael, él asegura: "Yo sé Lindsay me ama y yo la quiero mucho".
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