jueves, 15 de noviembre de 2012

Finalmente Venya Carolina y Sharmín Díaz llegaron a una conciliación en un encuentro que sostuvieron en la fiscalía.

Finalmente Venya Carolina y Sharmín Díaz llegaron a una conciliación en un encuentro que sostuvieron en la fiscalía, tras la querella que la segunda le puso a la primera por amenazas.


Está muy bien que el conflicto haya sido resuelto en términos amigables, evitando así un escándalo y un escarceo que probablemente iba a poner a Venya en una posición difícil.
Porque, aunque algunos no lo crean, como se dice popularmente, Sharmín tenía a Venya "agarrada por el pichirrí".
Tenía las pruebas para demostrar que había sido la "tormenta" Venya la que había amenazado su territorio, pues el departmento técnico de la policía, especializado en delitos tecnológicos, (la DICAT) rastreó las llamadas telefónicas y se determinó que fueron hechas desde su celular.
Hoy día la gente cree que por escribir anónimos en internet o hacer llamadas con números ocultos no van a dar con el emisor, y se pierden en eso.
Con el avance de la tecnología, hasta los policías asesinos la están pasando mal. Porque el que asesinó a un etudiante en una protesta de la UASD, fue grabado con la cámara con un celular mientras disparaba, y a la Jefatura no le quedó de otra que admitir el exceso y revelar el culpable.
Igual el que asesinó a unos prófugos en una finca, también fue víctima de la misma tecnología, con el video que pasó Nuria Piera en su programa
El asunto debería servir de ejemplo a los delincuentes cibernéticos y a quienes hacen un uso inadecuado de los teléfonos.
Lo mismo sucede con los que se quieren pasar de listos en los supermercados, guardando productos en la ropa, para llevárselos sin pagarlos en la caja, no sabiendo que en el "super" hay un cuarto con monitores desde donde se vigilan todos los pasillos y anaqueles, con cámaras escondidas, no solo en el techo, que se conocen, porque son unos globos azules, sino algunas que parecen una caja de cornflakes o de avena, que está en la parte más alta del exhibidor.
Si Sharmín hubiera querido, como se dice popularmente, "parte en dos" a Venya Carolina, con su acusación de amenazas. Pero fue generosa, y quiso hacer que se comprometiera a no continuar en esa tarea.
Bueno fuera que de una vez y por todas Venya recapacite, porque de momento habrá que pedirle a Amaury Sánchez que monte el cuento de la Caperucita Roja para aprovechar a los niños, ahora en Navidad, y nadie mejor que Venya para el papel de "El Lobo Feroz".

Publicado por Joseph Caceres

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