martes, 1 de enero de 2013

Dicen que Toño Rosario se anotó un "virao" en la maratónica fiesta de Telemicro para despedir el año.

Hablando en lenguaje llano, Toño Rosario se anotó un "virao" en la maratónica fiesta de Telemicro para despedir el año.
Definitivamente "se la comió".


Los demás se pudieron haber quedado en casa y dejar a Toño solo haciendo "show", con el que entretuvo a los millares de personas que estuvieron allí reunidos, como también a los televidentes que siguieron el evento en toda la geografía nacional y en el extranjero.
Eso es lo que se llama un artista "prende candela", con su dominio escénico, su capacidad para motivar al público, y mantener el ambiente efervescente, sin hacer concesiones ni "darle gavela" al aburrimiento por un solo instante.
El año pasado hizo lo mismo, cuando apareció con un vestuario estilo Lady gaga. Esta vez exhibiendo una cofia de malla de estilo medieval con su manto.
¡Qué monstruo es Toño Rosario en un escenario!.
Qué bueno que estuvo ahí para salvar el kilométrico espectáculo de tantos artistas insufribles que con muy contadas excepciones subieron al escenario a hacer nada.
A mostrar más de lo mismo, sin parar mientes en que estaban frente a la presencia multitudinaria de un público que fue allí en busca de animación y alegría. Y practicamente todos como si estuvieran tocando un bailecito de mala muerte.
La cartelera fue conformada en gran medida con exponentes de la música urbana, pues según Juan Ramón Gómez Díaz, "eso es lo que le gusta a la gente."
Pues miren que hubo allí mucha gente "guayada", pues en vez de verlos a ellos, era preferible irse a la iglesia a escuchar la "misa del gallo".
El público se mantuvo indiferente, no los aplaudió ni hizo coro, y verguenza y pena a esos artistas debe darles
Y no porque lo digamos nosotros, sino porque lo vio todo el mundo.
Un Black Point presentado con "bombos y platillos", con un "show" que parecía una misa de difuntos de cuerpo presente, ni siquiera de parroquia, sino de capilla. ¡Qué desilución!
Los Pepes dieron lástima, y nos pusieron a sufrir la verguenza ajena.
Y de los demás ni vale la pena hablar, porque pasaron sin pena ni gloria.
Es el problema secular que desde hace tiempo viene afectando los espectáculos y conciertos de tarima, donde los artistas van a siempre a dar más de lo mismo. A untarle más mantequilla al pan con mantequilla, creyendo que eso es lo que se merece la gente hambrienta.
Por suerte, ahí estaba Toño con su grito de ¡mi gente!. Con su donaire, con su tema "Alegría" tan propicio para la ocasión en espera del "cañonazo de año nuevo".
Era Toño...¡Toño Rosario Candela!. Encendiendo el ambiente, echando fuego. No importa que detrás llegaran los "bomberitos apaga fuego" de la música popular, a mojar el ambiente. (By Niurka Báz/ Joseph Cáceres)

Publicado por Joseph Caceres

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