sábado, 30 de noviembre de 2013

Los Hijos de Lupita D’Alessio dicen nos tocó vivir de cerca los ‘excesos’ de mi mamá, y también nosotros estuvimos ‘metidos’ en las drogas''

Jorge D‘Alessio, de 39 años, es el primogénito (de 3 hijos) de Lupita D’Alessio, de 59, cuyo padre fue el fallecido actor y cantante Jorge Vargas (quien muriera en 2009 de cáncer en el colon). Igual que sus padres, Jorge se dedicó a la música y hoy lleva 15 años de carrera artística. Sin embargo, el camino no ha sido fácil y él mismo nos abre hoy su corazón y revela no sólo lo difícil que fue crecer como hijo de 2 famosos artistas, sino también todo lo que vivió al enfrentarse al terrible mundo de las drogas, del que gracias a Dios, salió.

“Yo tenía 15, volvimos a casa de mi madre, pero a los 18 me salí; hice una banda de rap, grabé mi propio disco, ¡pero fue una vergüenza! (ríe). Como a los 20 regresé a casa de mi mamá, pero casi enseguida Ernesto firmó con Sony Music y yo comencé a manejar su carrera; los 2 nos fuimos a vivir a un depa. Esa etapa fue la de mayores excesos y acercamiento a las drogas. Fue como la parte más oscura de mi vida; fueron años muy intensos”, nos contó en una entrevista.

-Háblanos más de esa parte... 
Desde antes, a Ernesto y a mí nos había tocado vivir de cerca los excesos de mi mamá, y después, los 2 también estuvimos metidos en las drogas; gracias a Dios, salimos adelante y ahora somos una familia de éxito”.

-¿La experiencia de vivir solos en su propio hogar, ¿cómo fue? 
“¡Imagínate! Vivíamos en el reventón y la fiesta, aunque yo sabía que tenía el talento y potencial para salir adelante como músico, las fiestas eran las que más me jalaban y nos juntábamos con otros artistas, a quienes también les gustaba lo mismo. Me sentía como en Hollywood, y decía: ‘de aquí soy’”.

-Sabemos que atravesaste por una experiencia muy fuerte con las drogas, a los 23 años...
“Así es. Mi paso por ellas fue rápido, porque a los 23 años tuve una experiencia súper desagradable, la cual no pienso contar jamás, ya que es algo íntimo. Sólo te puedo decir que toqué fondo y estuve a punto de morir, pero ahora sé que gracias a Dios, fue por algo y estoy lleno de vida. Lo que hice fue enfocarme en el trabajo y por fortuna, además de llevar la carrera de Ernesto, comencé a manejar otros grupos, y en un viaje que hice a Villahermosa por 8 meses, para producir un programa, conocí el amor”.

-¿De qué forma superaste los excesos? 
“Con Dios, fue mi salvador; fui el primero que lo conoció de toda mi familia, y el primero en acercarme a Él”.

-¿Quién te acercó a Dios?
“Un día (en 1997) en la casa de la actriz Ofelia Cano, su hija Gaby, buena amiga y que era cristiana, me dijo: ‘¿quieres conocer a Dios?’, y le respondí: ‘órale, va’. Entonces me llevó al templo a llorar, y me desahogué tanto que pensé: ‘quiero más de esto’. Así fue como me acerqué a Yuri y su esposo Rodrigo, quienes tienen un templo. Ellos me rescataron, y Dios hizo poco a poco”.


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