viernes, 16 de mayo de 2014

Algunos empresarios han sido temerosos para invertir en grupos artisticos femeninos.

La mujer ha jugado su papel en la música popular dominicana. Desde los años 70, y hasta antes, ya la cara femenina adornaba orquestas de merengue, aunque los hombres eran líderes. Bonny Cepeda aseguró a este diario en una entrevista anterior que su madre (Ana Cepeda) fue la primera mujer corista de una orquesta de merengue -estuvo con Johnny Ventura-. 
Muchos años después Wilfrido Vargas, un cazador de talento, decidió formar un grupo completo de mujeres, aunque ya Milly Quezada y su hermana daban la cara con “Milly, Joselyn y los vecinos”. Ese “invento” de Wilfrido caló en el gusto del público a tal punto que se replicó en muchos otros grupos.Después de ese augue que duró más de una década aproximadamente, posteriormente llegaron los años dos mil y muchos de esos grupos desaparecieron o cayeron en un letargo, lo que, se ha prestado a diferentes teorías. 
A propósito del repunte de las caras femeninas en la música popular (merengue, urbana, bachata) son muchas las interrogantes que surgen a raíz de esta oleada a favor.  ¿Es rentable la mujer en la música? ¿Se le hace más difícil a una mujer pegar que a un hombre?, son algunas de esas inquietudes. 
  El empresario Evelio Herrera tuvo una experiencia particular al comprar Las Chicas del Can y relanzar el proyecto hace unos 6 años atrás. “Todo el mundo me decía que no me metiera en eso, que era una inversión muy riesgosa”. 
El tiempo le dio la razón a esos amigos empresarios y conocedores del negocio que le advirtieron que no gastara un sólo centavo a ese proyecto. 
Se habla de que las perdidas fueron de varios ceros. El proyecto fue muy efímero, algunas chicas del frente y hasta de las músicos salieron embarazadas lo que hicieron insostenible el proyecto que luego puso a dormir Evelio y que dio como resultado el proyecto de Tueska, la merenguera que ahora él impulsa y en quien realiza una nueva apuesta. 
“El tema de género en el arte, indiscutiblemente no establece diferencia. La agrupación femenina por obligación necesita de más inversión por muchos temas. Se necesitan muchas cosas, tienen que ir al salón, se consume más en vestuario”, dice Joel Henríquez, director de la emisora Supra 101.7 FM.
El que sea mujer no significa que les garantizará una pegada ni que tendrán más contrataciones, asegura Henríquez. 
“En lo que es diferente a una orquesta masculina es en cuanto a la inversión, por muchos temas, hay que tener más seguridad, por las implicaciones”, reitera. Aunque reconoce que siempre es oportuno contar con rostros femeninos en el arte. 
Hoy la escena musical se activa con la llegada de más caras femeninas. Sin embargo, aún sigen siendo pocas las mujeres con relación a la preponderancia de los hombres en la música. 
“Yo entiendo que en el sentido general, en la música más en la urbana y en la bachata, se le hace más difícil a la mujer. Si te das cuenta son pocas las mujeres en esta área (música urbana), aunque son más competitivas. A ellas se les  hace más difícil penetrar. Así sucede en la salsa, en otros géneros musicales.  
“El ser mujer puede ser un atractivo para que la contraten, todo eso vende hasta un punto”, dice Ángel Tejeda,  director de la emisora Pawer 103.7 FM.
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MÁS DATOS SOBRE MERENGUERAS

Por más 30 años Milly Quezada y Miriam Cruz han llevado en sus hombros la carga pesada de ser las únicas mujeres que compiten en el merengue. Milly cuenta con el orgullo de ser la única merenguera que ganadora de un Grammy Latino. Miriam Cruz tuvo un despertar gracias al hit “Cosas de él” hace dos años y se ha mantenido firme

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