El merengue no está muerto, está dormido “hasta que venga una intervención directa del Estado y lo remenee dice Cholo Brenes.

El merengue no está muerto, está dormido “hasta que  venga una intervención directa del Estado y lo remenee y remenee todo, incluyendo a todas las emisoras”. Esa es la respuesta del veterano productor Rafael Cholo Brenes al referirse a la situación que envuelve al ritmo dominicano.

Brenes está convencido de que en manos de los gobiernos está la preservación de la identidad dominicana.

 “La identidad es un problema político”, concluyó al participar en el debate sobre el merengue que en el programa radial “Las más pegadas de ayer”, bajo la conducción de César Pérez, Carlos Rubio e Ismael Hernández, por Neón 89.3 FM.

 Brenes puso como ejemplo a Venezuela, país que decidió apoyar a sus artistas. “La cantidad de artistas que han ido surgiendo en Venezuela se le debe a Hugo Chávez... Yo hablaba con Danilo Medina que Juan Bosch respetó lo popular. Su toma de posesión fue con todos los grupos populares del país. Sin embargo, los gobiernos se olvidan”.

Para él, es una política de estado lo que el merengue necesita en estos momentos para ocupar de nuevos lugares importantes. 

“Si el estado no se mete en esta pendejada no pasa nada. Cuando yo hablo de Venezuela no es solo Chino y Nacho. Venezuela es una mina de músicos buenos, excelentes, pero aquí no porque aquí no hay política de estado, donde yo grabe algo y me lo suenenÖ que yo sepa que está ahí. Un dos por uno. ¿Poner un dos por uno cuesta tanto con una política dirigida desde el estado? Aquí se habla de que la salsa está pegada, está pegada de verdad? ¿Cuáles fiestas hay que se hacen que se llenen?”, concluyó.

Para Brenes, en las últimas décadas la música fue cambiando “y en esa transformación que se fue dando en cuanto a la bella música de los 80 se fue metiendo algo que ustedes nunca han oído; el cable”.

Para él, las nuevas tecnologías y canales de comunicación se convirtieron en una competencia fuerte para los medios tradicionales.

“Entró el cable, la música americana, el reguetón, el dembow, modelos como 50 Cent y toda la gente ligada a la droga y con ella todo lo que hay ahora”, afirmó.

También, añadió, en la música cambiaron los productores “y llegaron otros que venían con mucho dinero fácil a invertir como sea”.