domingo, 15 de junio de 2014

Analizan que en los actuales momentos el cantante Romeo esta por encima de Juan Luis Guerra.

Si bien es cierto que Romeo es el artista que más invierte en su carrera para sustentar su fama y popularidad, no menos es que en materia de realizaciones con la bachata moderna ha logrado fusiones y experimentaciones que han dejado atrás al mismo Juan Luis Guerra, quien en los últimos años no ha tenido un éxito que se le pueda poner al lado a los del pasado, con el agravante  de que se ha escindido de la radio local desde hace tiempo.

(No olviden que después de Bachata Rosa Juan Luis Guerra "se agachó" porque no sabía con qué retornar).

En el hit parade internacional la presencia de JLG se ha distendido, y en cuanto a lo local, ya hemos señalado  dónde es que a veces escuchamos algunos de sus clásicos y nada de los nuevos, lo que apunta a que pudiera convertirse en un artista de repertorio.

Las pocas veces que escucho a Juan Luis es el Zol, y en las pocas horas que le quedan libre en la noche dentro de su interacción.

Lo demás es penoso...Y no vamos a entrar en detalles de por qué Romeo tiene hasta tres temas sonando al mismo tiempo, y Juan Luis ni la mitad de uno...

Vendrían argumentaciones de pago de promoción, de que a Juan Luis no le interesa esta plaza, un argumento disparatado porque no hay artista criollo que reniegue  del apoyo de la gente de su tierra.

Por lo demás, tanto Juan Luis como Romeo, son regenteados por multinacionales del disco en el plano discográfico, que son las que trabajan los diferentes mercados.

Pero volviendo al tema en el llano artístico, Romeo sorprende a uno con los exorcismos armónicos de que hace acopio en sus trabajos, en los cuales combina lo tecno con una arrebatadora fusión de clasismo que nos permite paladear sutilezas como por ejemplo el desgarre de una guitarra flamenca, tras un derrame de utopias, la sonoridad de una guitarra africana, en un ejercicio de creatividad con el que enriquece un género que nace de una cultura musical empobrecida, despreciado en sus orígenes, haciendo gala de un esnobismo que si bien es cierto no se corresponde con la "bachata de grajo" que promueven las figuras de "garaje", no menos es con  con ello ha logrado darle "la vuelta al globo" sin ser lotería.

En ello se solazan los que desdeñan de las expresiones urbanas para no acreditar a quienes como Romeo son capaces de articular una taxonomía  que en términos armónicos le confieren carácter a la música que hace y a lo que que canta.

Siempre ha sido así entre quienes llevan con celo en su zurrón una ignorancia supina.

El crecimiento constante de Romeo radica, vuelvo y digo,  en que no solo invierte de manera contante y permanente gran parte de lo que se gana, en proyectar su carrera, al más alto nivel, cosa que pocos hacen...(Casa, carro y queridas, y después hablamos. Es la fórmula de casi todos los "artistas de garaje")

Lo que quiero dejar sentado es que aparte de la inversión en su figura, Romeo está en un ejercicio permanente de creatividad, experimentando fórmulas que le permiten refrescarse y nacer cada día en el interés de la gente.

No permite con ello que la gente  se lo "aprenda", lo consuma y lo deseche, como sucede con la mayoría de los artistas desechables, que se convierte en bagazos, desde que les dan el primer chupazo, y los ejemplos sobran, sin que haya necesidad de mencionarlos.

fuente Joseph Caceres

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