martes, 16 de septiembre de 2014

Sergio Vargas dice que cuando muera no quiere en su velorio ni conspiradores, de resentidos, perturbados han vivido poniendo piedra en mi camino.

Sergio Vargas no es ni sombra del joven villaltagraciano ganador del tercer lugar en el recordado festival de la voz organizado por el maestro Rafael Solano en los años 80 y que sirvió de partida a una de las carreras musicales más exitosas de un exponente merenguero. Su lenguaje, a veces en serio, a veces en broma, adquiere un tono incendiario cuando se trata de cuidar una credibilidad creada a fuerza de golpes recibidos en su ascenso a la cima de la popularidad.

Y con esa claridad que le caracteriza, el intérprete de “La quiero a morir” sorprendió a los conductores del espacio Vacilando la Tarde, que se transmite diamante por Neón 89.3 FM, al revelar que, aunque le queda mucho por hacer en esta tierra, ya tiene su lápida preparada.

“Ya mandé a hacer mi lápida, con una lista de gente de este país que si al día de morir termino como una celebridad, irán al velatorio a tirarse fotos al lado de mi ataúd, entre ellos gente que ha amargado a uno. Tengo esa lista de conspiradores, de resentidos, perturbados que han vivido poniendo piedra en mi camino, pero no podrán entrar a mi velatorio, y yo no iré al de ellos”, dijo en tono muy serio.

Esas piedras a las cuales hace referencia no lo detuvieron, aclara, porque supo esquivarlas. “Mucha gente se pregunta cuándo se desatará la tercera Guerra Mundial, vivimos en ella, se llama conspiración. En cualquier actividad que tú realices aparece un conspirador, puede ser hasta un hermano tuyo, puede ser un cuñao’, un socio, etc, etc”.

Yaqui fue un emprendedor

Al cuestionarle sobre Yaqui Núñez del Risco, aseguró que es muy temprano para evaluar profesional y humanamente al fallecido comunicador. “Yaqui Núñez es un baúl. El paso por la vida de cualquier persona y de Yaqui no es lo mismo, ese señor fue un emprendedor, un pionero. Pienso que es muy temprano para evaluar su obra, sus aportes, así como la de Freddy, la de Rafael Corporán de los Santos, que cuando murió se fue el más puro filántropo de la República Dominicana, era feliz desprendiéndose de lo que él quería”.

Dijo que ha tratado de comunicarse con Pedrín (Pedro Núñez del Risco), con Pedrito Núñez, con Pavel, con Susana, para decirles que en su casa, en su condición de ciudadano, guarda algo que el popular comunicador dejó con él. “Es la gratitud que tengo hacia Yaqui, que si un día la necesitan pueden ir a buscarla a mi casa”.

Recordó que cuando apareció en el medio artístico, en 1983, existía cierto nivel de racismo en la música, pero Yaqui vio más allá y le abrió las puertas. “En la música había racismo, para ser cantante de un combo tenías que ser blanco y alto. Johnny Ventura y Fernando Villalona eran dos excepciones, porque sus cualidades, regaladas por Dios, son tan inmensas que constituyen dos artistas fuera de liga”, destacó El Negrito de Villa.

“Yo aparecí en el entorno de Yaqui, encuero y con hambre, en aquel festival de Rafael Solano, quien tenía la colaboración de Jorge Taveras y de Yaqui, un hombre con visión y capacidad para conocer las condiciones de los demás. El me abrió las puertas y eso se agradece”.

Las frases

“Tengo 115 mil seguidores en Twitter y 15 mil en instagram, pero los míos son originales, no hay trucos, porque en este país hay muchos ‘jabladores’ y temo que me atrapen como un mentiroso”

“Trato de defender mi credibilidad pública, no inventar vainas para ponerlas ahí (en las redes), 30 años después no quiero echar mi carrera a perder”

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