lunes, 13 de octubre de 2014

La Corte Suprema Estatal del Bronx, en Nueva York, desestimó el pasado viernes la demanda que contra Fefita La Grande.

La Corte Suprema Estatal del Bronx, en Nueva York, desestimó el pasado viernes la demanda que contra Fefita La Grande y el empresario Vidal Cedeño entabló la empresa Prolaga, quien alegó que la artista había violentado un acuerdo luego de su arribo a esa ciudad, tras 13 años de ausencia.

Según el dictamen, el tribunal desechó la demanda que puso la referida empresa a través del señor Rafael Gil Tavares, “por entender que no existe claridad en los documentos y argumentos que esgrime para reclamar compromiso contractual a la cantante merenguera”.

El tribunal concluyó que la demanda de amparo judicial solicitada le fue negada, y anuló la orden de restricción temporal de los demandados a presentaciones de la artista. El juez estableció que el señor Tavarez, así como su socio Rafael Luna, y su asesor, el abogado Kenny Núñez, se apoyaron para hacer su reclamo en dos supuestos contratos que habría firmado Fefita, uno de fecha 15 de abril del 2005, y otro del 26 de febrero del 2010.

“El tribunal determinó que ninguno de los dos contratos se sustentan en un documento íntegro, formal, que le confiera calidad de documento contractual, por lo que no les reconoció validez legal. La artista ofreció un testimonio en la corte en el que planteó un entendimiento diferente en cuanto a la naturaleza del contrato, y debido a que los documentos presentados por la parte demandante estaban incompletos, lo declarado por Fefita fue lo que se tomó en cuenta el veredicto”, indicó el juez.

Alegatos
El juez realizó una vista en la que Fefita La Grande, Rafael Taveras, así como la parte acusadora fijaron sus posiciones. “La posibilidad de un acuerdo contractual entre la merenguera típica y Prolaga parecía depender de que la empresa consiguiera una visa de trabajo en territorio de Estados Unidos a la artista, lo que nunca logró”, prosigue la decisión.

El visado, lo obtuvo en realidad Vidal Cedeño, quien logró que tras 13 años sin pisar suelo estadounidense, la merengue lo hiciera para agotar una gira, la cual se vio afectada por el proceso legal.

Otras de las alegaciones del señor Tavares fue que éste había conseguido contratos de presentaciones de Fefita, sin embargo, se determinó que en los últimos diez años solo logró uno y fue para una actuación en Yamasá, y que quien en realidad ha fungido de agente de la cantante en todo ese tiempo ha sido la señora Rosa Estrella (Nana).
 Fuente Diario Libre

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