Al grupo de los viejos robles que asumían de manera personal y empirica los proyectos empresariales, que cuando veían que algo era bueno y tenía valor, lo apoyaban y ponían en el mismo todo su empeño.
Y lo hacía no solo con los auspicios publicitarios con que apoyaba a los artistas a través de su empresa licorera, sino también al hacer posible una Color Visión, que fue en el pasado la gran carpa que cobijó a todas las más importantes figuras del arte y la comunicación.
Luego de La voz Dominicana, ningún canal apodó y proyectó más a los artistas que Color Visión en los llamados años dorados, en tiempos en que otros canales solo transmitían programas enlatados.Ese aporte de Popy debe ser exaltado y nunca olvidado.El que iba y buscaba apoyo donde Popy, difícil era que no lo encontrara... Tanto gente de la música como de la comunicación, porfque grandes orquestas como Johnny Ventura y Wilfrido, además de los grandes comediantes, humoristas, productores y presentadores de la televisión, se desarrollaron al amparo de las empresas de Popy Bermúdez.
Naturalmente eran otros tiempos diferentes a los de ahora manejados por software, estudios de marketing y de tendencias, por equipos de gente entrenados, pero deshumanizados, que solo ven números en pantallas digitales, los cuales cotejan y estructuran sin ningún sentimiento.
En la medida en que desaparecen y se van los popy, el panorama para el arte de siempre y el de antes luce más desierto.
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