jueves, 16 de abril de 2015

El guion solo tiene valor cuando todo sale mal. Si el espectáculo quedó bien, ni se menciona al guionista.

Por Víctor Reyes

Veo con tristeza, como el guion solo tiene valor cuando todo sale mal.

Si el espectáculo quedó bien, ni se menciona al guionista. Pero si éste queda mal, la culpa la tiene el guion.

Y esto no deja de ser verdad, pero lo que también es verdad, es que el guionista en nuestro país dentro de un espectáculo, un programa de televisión o una película es el menos valorado, y no debe ser así.
Porque el guion es al espectáculo, lo que la columna vertebral es al cuerpo... y un cuerpo sin columna no camina. 

Veo con mucha tristeza como en los premios nominan a la mejor película, al director, al actor pero no nominan al guionista, al que fue responsable de parir esa idea, el que le dá forma, el que le dá vida a los personajes. 

En el Soberano por ejemplo, mencionan con bombos y platillos quien es el encargado de la alfombra roja, quien es el encargado de vestuario, quien se encargara del maquillaje, y el guionista si no se mueve, fácilmente sale desapercibido.

En mi caso, el año pasado cuando fui guionista del Soberano 2014, si yo no hago una nota de prensa, nadie se entera de que yo era él responsable de los diálogos de tan importante evento, de hecho, oficialmente nunca se dijo....

Una película sin guión seria un conjunto de imágenes sin sentido. Un Soberano con un guión mal estructurado o mal manejado por un actor, te puede tumbar toda la producción.

El guión es la justificación a las luces, a la escenografía, a la ropa, de lo contrario seria un musical sin coherencia...Entonces, si el guion es tan importante, ¿por qué no valorar y presentar con orgullo al guionista?. ¿Por qué no se le paga por adelantado a la persona que debe hacer que todo ese glamour, que toda esa inversión tenga coherencia?..

Valoren el guión, importanticen al guionista!...
¡Ah!, y sobre todo, ¡dejen que la opinión del guionista cuente!...
El que escribió la idea, es el que sabe en qué entonación deben decirse las cosas. Entonces, exijamos ser los coaching de nuestras ideas en los espectáculos. 

A los pocos guionistas que hay en el país, les pido que empecemos a ver la importancia que tenemos dentro del espectáculo, dentro del cine y dentro de la televisión.

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