lunes, 13 de julio de 2015

El irrespeto que últimamente se manifiesta hacia el trabajo de los periodistas de espectáculos, se debe, por un lado a la aparición de algunos enganchados.

Por Merengala


El irrespeto que últimamente se manifiesta hacia el trabajo de los periodistas de espectáculos, se debe, por un lado a la aparición de algunos enganchados que están provocando la cualquierización del oficio.

Gente sin criterio que andan en el medio aguantando humillaciones por una taquilla, y que aceptan muy conformes que en los lugares donde se presentan shows los pongan en el patio o en la cocina.

Y se piensa que todo el mundo es igual.

Los mandan "a la porra"...
Pero no crean que solo los enganchados se prestan al maltrato y al ninguneo.

Cronistas profesionales, establecidos, también propician esa situación.

Sin ir muy lejos en Acroarte maltratan a los miembros que se pasan un año trabajando en el premio, y el día del ceremonial los mandan a que lo vean en el balcón., exceptuando a los directivos y ex presidentes que siempre se les coloca abajo, en la platea.

Cuando fuimos presidente de Acroarte, todos los miembros tenían que presenciar la premiación en platea.

El cambio vino cuando salimos de la directiva, que se adoptó la medida de mandar a la membresía para el balcón, bajo el alegado de falta de espacio en platea.

Lo paradójico y chocante es que a veces se llena de gente rara, que no son nominados, artistas, ni de la cervecería.

Y a los cronistas que trabajan todo el año para el premio los mandan para la "porra", algo que como hemos dicho, nunca hicimos ni permitimos.

puede ver desde ahí si hemos sido coherente en la defensa del cronista de arte.

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