Albert Marte con sus "Grandes Historias de Albert" no es que sea un profeta en su tierra pero La Vega lo ha apoyado, en su propuesta humanista y conciliadora. Ver vídeo.

Por Yordy Torres

Cuando Dios tiene sus propósitos, nadie terrenal, puede evitar el éxito transparente de un hijo del creador del universo.

Francisco Alberto Marte Torres conocido como Albert Marte, va cosechando lo que en el tiempo ha sembrado con tanto amor y dedicación sus "Grandes Historias de Albert", seguidas por un inmenso publico, que respalda en su totalidad, este hermoso proyecto de aliento para aquellos que buscan una mejor convivencia humana.

Con alto sentido de objetividad, va recorriendo los pueblos del país, llevando sus "Grandes Historias" con éxitos comprobados, apoyo total a sus conferencias, sus producciones en diferentes volúmenes son esperados y adquiridos entusiasta, por sus seguidores, que encuentran sus mensajes una motivación y aliento, en estos tiempo de faltas de valores entres las personas.

Albert Marte, nacido en Río Verde, Cutupu, en la Provincia de La Vega, vuelve a triunfar en su pueblo en el Auditorio del Dosa, no es que sea profeta en su tierra, pero el pueblo le ha dado un espaldarazo, a su propuesta humanista y conciliadora, para toda la familia.

Enormemente nos sentimos doblemente regocijados de su éxito, en su tierra natal, ya que ha ido haciendo su trabajo de cara al sol, haciendo camino al andar.

Dato histórico de los inicios de las "Grandes Historias de Albert" recuerdo que intentamos llevarle esa idea motivacional, a nuestro pueblo La Vega y la primera llamada realizada quisieron minimizarla de extremo a extremo, con incredulidad, bien hoy cae la frase de Omar Khayyam:
"Entre la fe y la incredulidad, un soplo. Entre la certeza y la duda, un soplo. Entre la certeza y la duda, un soplo. Alégrate en este soplo presente donde vives, pues la vida misma está en el soplo que pasa".

El tiempo nos da la razón ,tenia camino correcto y apadrinado en sus propósitos por Dios que obra en dirrecion justa.

Esto lo picoteamos a la vista.