En Nueva York Jay Peña y Alberto Cruz (Pirincho) han convertido las fiestas en el yate Infinity en una de las mejores celebraciones.

Por merengala

En Nueva York habían muchos espectáculos y fiestas orientados a celebrar el día de las madres dominicanas este pasado fin de semana, pero la del yate Infinity con Rubby Pérez y Sergio vargas fue una de las mejores.

Una fiesta encendida de principio al fin, con el yate abarrotado de gente que no quería por nada del mundo perderse la celebración, con dos de los mejores intérpretes del merengue de todos los tiempos.

La concurrencia masiva no fue fortuita ni casual.
Y es que a diferencia de los espectáculos de teatro que se presentaron el fin de semana en diferentes establecimientos, la del yate es una fiesta donde la gente no tiene que observar el rigor que le obliga a estar sentado en una butaca, solo aplaudiendo, sin la ligereza y el desenfado que propicia estar en un barco bailando, gozando, paseando por cubierta, disfrutando de bebidas y un exquisito buffet, indispensable para hacer "la zapata" necesaria que posibilita "cargar pilas" para gozar a plenitud del vacilón.

La gente se gozó con la actuación de Rubby Pérez y su repertorio de éxitos, haciendo ostentación de sus ponderadas facultades vocales que lo han erigido en "La voz más alta del merengue"z más alta del merengue"

Y por supuesto, la esperada actuación de Sergio vargas, uno de los intérpretes de nuestra música más singulares, quien desde que apareció en escena tras la participación de Rubby, puso de manifiesto el porque se ha mantenido a través del tiempo, como uno de los intérpretes de nuestra música más querido y valorado por la gente.

Y no solo prodigó a la gran audiencia los emblemáticos temas de su repertorio, sino que también rindió su homenaje a las madres al interpretar varios de sus éxitos dedicados al ser que nos dio el nacer.

Jay Peña y Alberto Cruz (Pirincho) han convertido estas fiestas en el yate Infinity en una de las mejores celebraciones con lo mejor de nuestra música, en un ambiente espectacular, que la gente se disfruta a plenitud, porque como ya hemos dicho, permite romper con el tradicionalismo y los esquemas de los espectáculos tradicionales. (Fotos Mister DJ)

Un paseo por el río Hudson, con una vista espectacular de la Gram Manzana, llevando a bordo mucha vibra y alegría contagiosa.

Vienen más barcos, y nadie debe perdese de disfrutar a bordo de este tremendo vacilón, sobre todo ahora que viene el verano.