miércoles, 15 de febrero de 2017

En su orquesta Rasputín no aceptó a Eddy Herrera por su estatura!. Luego de la mano de Wilfrido Vargas una carrera de éxitos que lo mantiene hoy día.

Por José Antonio Aybar-El Nacional

Los vericuetos del arte son extraños e impredecibles. A la salida de Toño Rosario de la agrupación Los Hermanos Rosario, Rafa, Luis y Tony iniciaron la búsqueda de un sustituto con “swing” y condiciones vocales que interpretara los temas de su hermano desertor.

Gerardo Díaz, manager del colectivo musical, tenía referencias de un joven cantante bonaense llamado Héctor Elpidio Acosta Restituyo que, para él, reunía los requisitos para sustituir a Toño.

El joven, entonces desconocido, fue invitado a una prueba y cuando Rafa Rosario lo vio llegar de inmediato lo rechazó por chiquito y feo.

Poco tiempo después, de la mano de Gerardo Díaz, Héctor Acosta se convertió en un fenómeno de popularidad como líder de la orquesta Los Toros Band.

Unos años antes un estudiante de arquitectura en Pontificia Universidad Católica, PUCMM, de Santiago de los Caballeros, llamado Eddy José Herrera de los Ríos, se aferraba a la música, soñando con ser un baladista reconocido, y en busca de ese sueño se presentaba en algunos bares de la ciudad.

Para entonces en la radio dominicana el ex Beduino July Mateo “Rasputín” no daba tregua con el éxito avasallante de “Oye” (Oye abre tus ojos, mira hacia arriba, disfruta las cosas buenas que tiene la vida), uno de los más importantes merengues de su carrera artística, interpretado por Nandy Rojas.

Un día un amigo de Eddy llamado Jorge Amaro le comunicó que había conseguido una cita con Rasputín para que lo escuchara cantar ya que éste buscaba un nuevo vocalista para su orquesta.

El Monge, como también se conoce a July Mateo, le envió las letras del merengue “Martiña” para que se lo aprendiera y en una fiesta en Salcedo le dio la oportunidad de interpretarlo, además de “Oye”.

Rasputín quedó maravillado con la voz de Herrera y prometió llamarlo por teléfono. La llamada nunca llegó.

De regreso a su mundo semanas después de esta experiencia Jorge Amaro lo llamó y le explicó que Rasputín no lo aceptó por su estatura.

Pasaron los días, Eddy retomó sus a ctividades y recibió la oportunidad de abrirle un show a la cantante Yolanda Duke en el hotel Camino Real de Santiago.

El día del compromiso, un viernes 21 de junio, Eddy ensayó su parte del show y cuando se disponía a marcharse un señor que se tomaba un café en el lugar lo felicitó por sus condiciones vocales y se presentó. Era Manuel Vargas, hermano de Wilfrido Vargas.

“El me dijo que por mis condiciones vocales y físicas yo encajaba en la agrupación de Wilfrido, que en ese momento buscaba un nuevo vocalista, eso para mí fue algo muy grande. Se ofreció a llevarme a mi casa, en un Mercedes Benz blanco, deportivo, descapotable, imagínense cómo me sentía, no me lo creía”, reveló Herrera a Zoila Puello y Ramón Almánzar en el programa TV Revista que ambos conducen por el Canal 4, de CERTV.

Dijo que Manuel le informó que Wilfrido estaba de gira en Puerto Rico y al regresar al país se comunicaría con él.

Una semana después, mientras Eddy almorzaba junto a su madre, frente a su casa se detuvo un Mercedes Benz blanco y para sorpresa de ambos era Wilfrido Vargas, quien con los brazos abiertos exclamó: “Mirándote bien, y por las referencias que tengo, tú tienes que ser Eddy Herrera”.

Días después Eddy Herrera iniciaba de la mano de Wilfrido Vargas una carrera de éxitos que lo mantiene hoy día como una de las principales figuras del merengue. 

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