Por Joseph Caceres/Arte Nacional
Le están “cayendo atrás” a las redes sociales, abrevando de ellas como fuente noticiosa, sin parar mientes en que hoy día son la mayor generadora de informaciones falsas y baladíes.
Vemos como noticiarios de televisión reproducen videos artesanales de sucesos ya pasados como si fueran noticias del momento.
Lo mismo ocurre con fotomontajes, que la gente ociosa y vaga publica en las redes sociales, y que a veces son reproducidos hasta por los periódicos.
Todo por estar “up-to-date”, “online”, “conectados”, “avanti”, “alante alante”.
La semana pasada asumieron como la gran noticia de latemporada que opacó a todas las demás, la impertinencia de un camarógrafo que se quedó filmando en el lugar del hecho la entrada de las olas del mar en el malecón de la ciudad de Nagua.
Beatificaron a Beato, el camarógrafo, confiriéndole el grado de héroe nacional, con lo que no hicieron más que estimular a que la gente se siga arriesgando, de la misma manera, desafiando el mar en tiempos de huracanes, poniendo en peligro su vida.
Esta semana el “trending topic” fue la denominada “Boda del Pueblo”, a partir de que un motoconchista venezolano le pidió matrimonio a la empleada de una heladería.
Le han regalado hasta los ajuares y muebles de la casa…
Se debería entender que todo esto forma parte de los naturales desahogos de la gente en la redes sociales, talvez buscando un escape a tantos problemas y situaciones densas.
No criticamos las reseñas que se hagan como parte de los hechos curiosos y situaciones simpáticas que se dan en el diario vivir.
Lo que no está bien es exigirle al gobierno que se condecore a Beato porque se enfrentó a la marejada de Irma, o que se le done una casa a la pareja de la “Boda del Pueblo”, como vimos que pedían unos alcahuetes en un programa de televisión.
Vamos a hacer más serios.
Hasta en el relajo debe haber orden.
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