Picoteando el Espectáculo
Cuando llevas algunos meses de relación, por lo regular empiezas a relajarte más. Ya no evitas tanto los platillos con ajo, ni intentas comer el espagueti grácilmente. Cuando las cosas son oficiales (ya borraste Tinder del teléfono), no pensarás dos veces antes de ordenar esas costillas BBQ o las alitas de pollo grasosas.
Quizá la ciencia tenga buenas noticias para quienes comen una enorme pizza enfrente de sus amados como si no fuera la gran cosa. Según un nuevo estudio de la Universidad Estatal de Florida, si eres una mujer que por lo regular ingiere comida chatarra con su amorcito, quizá seas la más atractiva de los dos.
La dudosa investigación, publicada en el diario Body Image, descubrió que en relaciones heterosexuales, las mujeres son más propensas a llevar dietas si se consideran menos atractivas que sus parejas. De forma contraria, las mujeres que se consideran más atractivas que sus parejas. no se sentían motivadas a comer más sanamente y perder peso. Basándose en cuestionarios resueltos por 223 parejas recién casadas, los investigadores también afirmaron que los motivos de los hombres para hacer dieta eran menores, sin importar el atractivo propio o de sus esposas.
Los resultados pueden sonar como el tipo de “investigación” que puede apilarse en la mierda sexista, pero los autores del estudio insisten en que han descubierto algo. Andrea Meltzer, profesora adjunta de psicología en la Universidad Estatal de Florida y coautora del estudio, dijo en un comunicado de prensa: “Los resultados revelan que tener un marido físicamente atractivo quizá tenga consecuencias negativas para las esposas, especialmente para aquellas que no son tan agraciadas. Para comprender mejor las motivaciones dietéticas de las mujeres. los descubrimientos de este estudio subrayan el valor de analizar el tema desde un enfoque de pareja”.
No es la primera vez que la ciencia descubre, supuestamente, comportamientos relacionados entre el consumo de comida y la vida en pareja. Estudios previos señalan que emborracharse juntos es el secreto de una relación larga y, aún más controvertido, que las mujeres evitan comer papas fritas frente a los hombres. ¿Es neta?
Cuando llevas algunos meses de relación, por lo regular empiezas a relajarte más. Ya no evitas tanto los platillos con ajo, ni intentas comer el espagueti grácilmente. Cuando las cosas son oficiales (ya borraste Tinder del teléfono), no pensarás dos veces antes de ordenar esas costillas BBQ o las alitas de pollo grasosas.
Quizá la ciencia tenga buenas noticias para quienes comen una enorme pizza enfrente de sus amados como si no fuera la gran cosa. Según un nuevo estudio de la Universidad Estatal de Florida, si eres una mujer que por lo regular ingiere comida chatarra con su amorcito, quizá seas la más atractiva de los dos.
La dudosa investigación, publicada en el diario Body Image, descubrió que en relaciones heterosexuales, las mujeres son más propensas a llevar dietas si se consideran menos atractivas que sus parejas. De forma contraria, las mujeres que se consideran más atractivas que sus parejas. no se sentían motivadas a comer más sanamente y perder peso. Basándose en cuestionarios resueltos por 223 parejas recién casadas, los investigadores también afirmaron que los motivos de los hombres para hacer dieta eran menores, sin importar el atractivo propio o de sus esposas.
Los resultados pueden sonar como el tipo de “investigación” que puede apilarse en la mierda sexista, pero los autores del estudio insisten en que han descubierto algo. Andrea Meltzer, profesora adjunta de psicología en la Universidad Estatal de Florida y coautora del estudio, dijo en un comunicado de prensa: “Los resultados revelan que tener un marido físicamente atractivo quizá tenga consecuencias negativas para las esposas, especialmente para aquellas que no son tan agraciadas. Para comprender mejor las motivaciones dietéticas de las mujeres. los descubrimientos de este estudio subrayan el valor de analizar el tema desde un enfoque de pareja”.
No es la primera vez que la ciencia descubre, supuestamente, comportamientos relacionados entre el consumo de comida y la vida en pareja. Estudios previos señalan que emborracharse juntos es el secreto de una relación larga y, aún más controvertido, que las mujeres evitan comer papas fritas frente a los hombres. ¿Es neta?
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