jueves, 26 de abril de 2018

Piconfesiones!. La inesperada historia de amor y paternidad de George Clooney, que juró soltería eterna… y perdió 100 dólares.

Picoteando el Espectáculo
¿La realidad imita a la ficción? Es posible. Pero a veces empatan…

En 2009, George Clooney filmaba "Up in the Air" (aquí, "Amor sin escalas"). ¿Su rol?: un súper ejecutivo de una empresa especializada en ajustes y remodelación de otras empresas.

Su vida, literalmente, transcurre en distintos aviones, y sus casas son los aeropuertos y los hoteles. Libre y muy bien pago, es la exégesis del perfecto soltero. Poco o nada sabe de sus padres, y rechaza de plano las relaciones de pareja estables.

Es un playboy del aire… Hasta que un día, etcétera: no se trata aquí de contar la película. Pero lo extraño –lo misterioso, casi– es que George estaba filmando su propia vida. La real…

En ese momento tenía 48 años –nació el 6 de mayo de 1961 como George Timothy Clooney en Lexington, Kentucky–, y nadie había podido romper su tenaz soltería… exceptoTalia Balsam, la hija del notable actor Martin Balsam –ella, actriz mediocre– que lo llevó al registro civil al filo de 1990.

Matrimonio chirriante desde el vamos, se acabó en el 93, y George le apostó a la bellísima, casi indescriptible Michelle Pfeiffer, 100 dólares, a que jamás recaería en el matrimonio.

Dicho y hecho. Desfilaron por su cama Stacy Keibler, modelo y deportista profesional (lucha), Kelly Preston, hoy mujer de John Travolta, Celine Balitran, una muy joven (23) camarera francesa, Sarah Larson, concursante de un programa de tevé, la modelo británica Lisa Snowdon (casi cinco años pero sin boda y con varios cortes de por medio), Elisabetta Canalis, modelo tipo bomba italiana…, etcétera.

Pero la valla invicta estaba por caer…

En el famoso programa "My Next Guest Needs No Introduction" ("Mi siguiente invitado no necesita presentación, el periodista–estrella David Letterman, estupefacto frente George Clooney, oyó está confesión:

–Creo que conocí a la mujer de mi vida… ¡y sin salir de casa!

Y así fue.

Corría julio de 2013. George estaba apaciblemente repantigado en un sillón de su casa sobre el Lago Di Como, paraíso itálico, con sus padres, cuando lo llamó un amigo:

–Voy camino a Cannes… ¿Puedo pasar a verte y llevar a una amiga?

–¡Por supuesto!

Al rato lo llamó su agente:

–Conocí a esa mujer que irá a tu casa… ¡y con la que vas a casarte!

Y la mujer llegó…

Era Amal Ramzi (Alam Uddin en árabe), abogada, activista social, escritora, especializada en derechos Penal, Humanos y Extradición. Y políglota: cinco idiomas…

Nació en Beirut, Líbano, el 3 de febrero de 1978, y tiene doble nacionalidad: libanesa y británica. Pero además… ¡deslumbrante!

Según el padre de George, "la cara de mi hijo fue cambiando de un modo muy extraño a lo largo de esa primera velada. Parecía hipnotizado…".

Sin embargo, no todo fue tan inmediato. Clooney recuerda que "nos quedamos despiertos toda la noche. Le pedí la dirección de su correo electrónico, y empezamos a intercambiar mensajes. Pero yo no estaba seguro de que ella quisiera salir conmigo. Durante semanas pensé que sólo éramos amigos, porque siempre hablábamos de lo que estaba pasando en la vida de los demás… Pero un día, casi al unísono, comprendimos que ya no éramos simplemente amigos… Y el resto es historia".

Si. Historia. Pero fulminante…

En octubre de ese mismo año, 2013, George la invitó a Londres, donde estaba filmando… "¡y fue una muy buena primera cita!", juró públicamente.

"Fuimos a cenar. Amal eligió el lugar: increíble, moderno, muy chic. Pero cuando salimos, ¡en la puerta había como cincuenta paparazzi! Quedé paralizado. Pero ella manejó la situación como una reina…".

Algo estaba claro: ninguno de los dos quería perder tiempo. Por eso, el 28 de abril de 2014 George la invitó a una cena romántica… en su casa, "y como el cocinero de la familia Clooney soy yo, preparé una pasta impresionante".

La boda fue, absolutamente, una superproducción de Hollywood.

Septiembre de 2014. ¡Cuatro días en Venecia! Intercambio de anillos en una góndola empavesada. Y como un The End entre risas y lágrimas, el 6 de junio de junio de 2017 llegaron al planeta Tierra Ella y Alexander Clooney, mellizos, y es historia que George gritó:

–¡Es un momento salvaje! ¡Dios, soy un padre! Y no tan viejo… Belmondo fue padre a los setenta años…

Y no ahorró detalles:

–Alexander es más grande que Ella, su hermana. ¡Le lleva un kilo y medio! La beba es muy elegante, delicada, tiene ojos grandes y muy bonitos, y se parece a Amal. En cambio Alexander es bruto, gordito, y se ríe tan fuerte que hace temblar las paredes…

Y no faltó siquiera la nostalgia. Cuando George viajó a Toronto para presentar en el festival el film "Suburbicon", dijo en conferencia de prensa:

–Es la primera vez, desde que nacieron, que estoy lejos de ellos. Mi mujer me manda fotos, pero… ¡me encantaría estar allá con ellos! Porque todo cambió tan rápido… Éramos dos, y ahora somos cuatro. Se parece a un milagro.

Sólo le falta confesar si le pagó a Michelle Pfeiffer… ¡los cien dólares de la apuesta!Aunque como están las cosas, no le importaría pagar esa suma setenta veces siete…

Pero la valla invicta estaba por caer…

En el famoso programa "My Next Guest Needs No Introduction" ("Mi siguiente invitado no necesita presentación, el periodista–estrella David Letterman, estupefacto frente George Clooney, oyó está confesión:

–Creo que conocí a la mujer de mi vida… ¡y sin salir de casa!

Era Amal Ramzi (Alam Uddin en árabe), abogada, activista social, escritora, especializada en derechos Penal, Humanos y Extradición. Y políglota: cinco idiomas…

Nació en Beirut, Líbano, el 3 de febrero de 1978, y tiene doble nacionalidad: libanesa y británica. Pero además… ¡deslumbrante!

Según el padre de George, "la cara de mi hijo fue cambiando de un modo muy extraño a lo largo de esa primera velada. Parecía hipnotizado…".

–¡Es un momento salvaje! ¡Dios, soy un padre! Y no tan viejo… Belmondo fue padre a los setenta años…

Y no ahorró detalles:
Fuente Infobae

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