En 2017 un ataque al corazón puso en peligro la vida de Antonio Banderas, de 58 años. Dos años después el actor admite que este suceso sigue estando muy presente en su día a día. El infarto le ha marcado tanto que hasta le ha cambiado la cara. "Almodóvar se dio cuenta y me pidió que no cambiase nada de su expresión". Aunque en un primer momento su problema cardiaco era algo "sin importancia" con el paso de los meses se supo que hubo momentos de preocupación por su salud. El jueves por la noche en El Hormiguero habló de ello: "Me dejó una reflexión muy fuerte sobre la fragilidad de la vida. Vi la guadaña de la muerte muy de cerca. La única certeza en la vida es la muerte".
Banderas ha pasado por Madrid para el estreno de Dolor y Gloria, la última película de Almodóvar. Para su papel contó a este periódico que tuvo que adelgazar siete kilos. "Pedro [Almodóvar] me quería muy fino para la película". También hace ahora mucho ejercicio para combatir sus dolores de espalda y el estrés. Recomendación de los médicos tras lo que él define como "mi ataque al corazón".
También admite que tras lo sucedido nada es igual. "La vida se ve diferente después de un infarto y algo queda", señaló. “Mi estado natural habitual es el de cansado. Me desenvuelvo bien ahí. Ayer [por el miércoles] estuve de estreno y me acosté como a las 5 y media de la mañana”. Sobre su papel en la pantalla aseguró: “No es fácil ser objetivo, es complicado. No sé juzgarme a mí mismo en las películas, lo digo de verdad. Cuando veo alguna del pasado es como un diario, recuerdo historias del rodaje, recuerdo un trozo de vida”.
Sobre la simlitud de su personaje en Dolor y Gloria con la figura de Pedro Almodóvar apuntó. "Siendo una historia muy personal, mi personaje tiene casi un 90% de Pedro. Sé que hay cosas que a él le habría gustado decir y no dijo. En el mundo del arte va a haber mucha gente se va a sentir muy identificada. La película es muy simple, austera, casi monacal, no tiene el barroquismo de Almodóvar. Pedro ya no lo necesita, con trazos muy pequeños dice mucho”.
Banderas es uno de los actores españoles que en el pasado más se ha significado políticamente. Apoyó al PSOE y en Estados Unidos participó en la campaña de Barack Obama. Sin embargo, ahora prefiere ser precavido. “Como estamos en campaña electoral cualquier comentario mínimo te convierte en sospechoso”, sentenció. Aunque dice seguir la política, ahora no es ya una de sus prioridades:“No entiendo por qué los políticos son las vedettes de nuestro día a día y estamos constantemente hablando de ellos”, sentenció.
Tras su paso por Madrid, Banderas prosigue su carrera: “En cuanto acabe el programa me voy al aeropuerto y voy a Los Ángeles a rodar con Meryl Streep y Gary Oldman”, comentó orgulloso.
Fuente El Pais
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