sábado, 17 de agosto de 2019

Que quede claro!. Peloteros dominicanos que firmaron por “millones” y no avanzaron en el béisbol de las Grandes Ligas.

 
Picoteando el Espectáculo
El que recibas un bono millonario por estampar una firma para un equipo de béisbol de las Grandes Ligas no es garantía de que serás sobresaliente en el futuro. En República Dominicana existe el recuerdo del escándalo por el bono que recibieron Josephang Bernhart, en enero de 1997, de un 1.1 MM, por los Azulejos de Toronto, y Ricardo Arámboles, por los Yankees de Nueva York, que recibió 1.5 millones.

Ambas firmas fueron acontecimientos de gran magnitud en cada fecha, por el dineral que significaban en el momento. Para los equipos de MLB ha sido un fracaso firmar jugadores que al recibir tanto dinero pierden interés por el juego o no llenan las expectativas.

Contrario a muchos que fracasaron después de contratos millonarios, otros que recibieron “centavos” fueron grandes, como es caso de Pedro Martínez, Vladimir Guerrero, Sammy Sosa y David Ortiz entre otros, que finalizaron con la etiqueta de “estrellas”Al momento de ser firmado Bernhart, fue proyectado como un Alex Rodríguez, la estrella del momento entre los peloteros de Grandes Ligas.

Para hablar de quienes no dieron el grado de “prospectos”, debemos poner el ejemplo contrario, que representan Nomar Mazara, quien recibió 5.0 millones en julio 2 del 2011 y va con muy bien pie en las Grandes Ligas con los Vigilantes de Texas. Miguel Sanó (3.15 MM, Mellizos en el 2009) y Gary Sánchez (3.0, Yankees en el 2009) son los otros dos millonarios que al parecer justificarán tanto dinero.

Ronald Guzmán, inicialista firmado por Texas el mismo día que Nomar Mazara por 3.5 millones, en el 2018 jugó 123 partidos con los Vigilantes y este año solo ha visto acción en 68, luego de un mal comienzo en el que fue a lista de lesionado por un tirón de 2do Grado en la corva derecha.

Otro que está en el “baúl de los recuerdos es Elier Hernández, un jardinero que recibió 3.0 MM en el 2011 de parte de Kansas City; a Wagner Mateo en el 2009 San Luis lo firmó por 3.1 millones y luego anuló el contrato en septiembre de ese año por problemas físicos. Mateo luego firmó con Arizona por 512 mil dólares (mayo del 2010). Lanzó 8.0 entradas en el 2013, 14.1 en el 2014 y actualmente deambula por las menores de Arizona Diamondbacks.

A Ariel Ovando, los Astros de Houston, le dieron 2.6 millones en el 2010 y luego pasó a los Cubs, organización que le ha dado de baja.

Otro millonario al firmar fue Joel Guzmán, a quien los Dodgers lo ficharon por 2.2 MM (Dodgers) en el 2001 y no avanzó de las ligas menores; Rafael Rodríguez , jardinero, fue premiado con 2.5 millones por los Gigantes en el 2008. En siete años no pasó de Clase A y anunció su retiro voluntario; los mismos Gigantes le dieron 2.1 MM a Ángel Villalona en el 2006.

Cincinnati firmó por 2.0 MM a Juan Durán en el 2008; Guillermo Pimentel recibió 2.0 MM de Seattle en el 2009 y luego de peregrinar en Clase A y Doble le dieron de baja; Michael Ynoa, pitcher firmado por los Atléticos de Oakland por 4.2 millones, no está en el béisbol desde el 2017, luego de dos temporadas con los Medias Blancas Chicago. Tuvo récord 3-0 y efectividad de 4.42.

David Ortiz no recibió un bono millonario y puso números en las Grandes Ligas para ingresar al Salón de la Fama.

Firmaron por “centavos” y fueron estrellas
Contrario a muchos que fracasaron después de firmar contratos millonarios, otros que recibieron “centavos” fueron las grandes estrellas, como es caso de Pedro Martínez, Vladimir Guerrero, Sammy Sosa y David Ortiz, entre otros, que finalizaron con la etiqueta de “estrellas”

El bono recibido por Ortiz, firmado originalmente por los Marineros de Seattle, fue de 7,500 dólares, que le ofertó el ya fallecido Ramón -Pintadora- De Los Santos en 1992, mientras que Pedro Martínez, el as del picheo, y quien fuera el lanzador más dominante en la era de los esteroides, solo recibió 5,000 dólares por rubricar su contrato en 1988 con los Dodgers de Los Ángeles.

En 1983 el entonces scout Omar Minaya firmó por 3,500 dólares a Samuel Peralta Sosa o “Sammy Sosa”. En ese entonces el dólar estaba a algo más de dos pesos por un dólar, por lo que, como mucho, se podría comprar un solar con ese dinero.

Pedro Martínez fue firmado por los Dodgers de Los Ángeles por 5 mil dólares. Se convirtió en el mejor de los lanzadores en su época y llegó al Salón de la Fama de Cooperstown.

La historia de Sosa la conocemos todos (ganó unos 130 millones como jugador).

Cincinnati firmó a Mario Soto por 1,000 dólares en 1973. En 1985 formó junto a Joaquín Andújar y Pedro Guerrero el primer trío de jugadores dominicanos que recibieron sobre el millón de dólares por temporada.

Gerónimo Peña y Pedro Viola son dos casos fuera de liga. Los dos peloteros criollos no llegaron tan lejos en el béisbol, pero los bonos recibidos fueron una exageración de tan poco dinero.

Peña estuvo siete años en las Mayores (1990-96). En 1995 ganó casi 800 mil dólares. Peña consiguió un “fabuloso” bono de dos mil dólares y la garantía de una visa por si el negocio fracasaba en 1984.

Pedro Viola estuvo en las mayores por tres temporadas. Fue firmado en el 2005, a los 22 años, por nada más y nada menos que mil (1,000) dólares. Lo curioso del caso no es solo la miserable bonificación que recibió, sino también que el scout que lo firmó estuvo a un tris de ser cancelado por haber fichado a un hombre de su edad y condiciones.
Fuente 
Aquilino Rosario Báez -diariolibre

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