De tal palo, tal astilla. Tanto Cristian Castro como su madre Verónica pueden decir con gusto que Rafaela heredó sus talentos.
La hija de Cristian Castro, Rafaela, sorprendió a todos con sus dotes para bailar merengue. La niña bailó como una experta la canción “Comején”, del maestro Wilfrido Vargas.
La pequeña tiene apenas cinco años pero ya es toda una celebridad en redes sociales gracias a su carisma y habilidad para la música.
En octubre, se volvió viral otro video compartido por su padre, donde se puede ver a Rafaela hablar ante la cámara con una gran sonrisa y mucha seguridad, mientras ella tocaba el piano.
No cabe duda que por su sangre corre un gran talento, gracias a que es parte de una de las familias con gran trayectoria en el medio artístico.
A través de su cuenta de Instagram, su madre, Paola Eraso, nativa de Colombia, comparte tiernos videos de Rafaela bailando, cantando y actuando.
Es importante destacar que la música del maestro Wilfrido sigue traspasando fronteras y sus clásicos merengues son los más bailados. En Navidad, Jennifer López y Alex Rodríguez fueron captados dando pasos de “El baile del perrito”, uno de los temas más famosos del destacado trompetista.
cuanto tiene>? 5? en 4 mas esta rapando. Esos castros son unos degenerados todos, eso se lleva en la sangre. La abuela Vero despues de vieja se metio a pajara.
ResponderBorrarAnonimo porque no da la cara parece que a ti te cogieron cuando chiquita o chiquito y quedaste frustrado decarao hablar de una niña inocente o tienes envidia que baila buen merenque que honor para los dominicanos que siendo hija de un mexicano baile con sabor latino da la cara descarado ella tiene quien la defienda de estupido como usted Dios te bendiga niña ahora ponte a bailar con el cuquito toño bendicionesss
BorrarEsa niña es una Bendición que siga así a ritmo de merengue.
ResponderBorrar¡ Caramba ! Es un comentario de alguien con poco sentido común. La verdad es que indiscutiblemente, se trata de alguien con muy poco sentido común , de alguien muy desacertado al opinar de un angelito de cinco años de esa forma. Es una bestia el tipo. Es un lenguaje tan grosero, que a la niña uno se la hace suya y quisiera defenderla como si fuera a arrebatarselas de las garra de de eso, de una bestia.¡ Santísimo !
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