Durante la rueda de prensa de este lunes sobre el coronavirus, el presidente Donald Trump ha pedido dejar de lado las diferencias políticas y enfocarse en ayudar a los estadounidenses a paliar los efectos que la pandemia está causando en la salud pública y la economía del país.
La petición del mandatario llega el mismo día en el que los senadores demócratas tumban por segunda vez el tercer paquetes de medidas que la Casa Blanca había negociado con los republicanos de la Cámara Alta. Sin embargo, Trump no mencionó a ningún partido ni a ningún político en concreto.
El vicepresidente Mike Pence también instó a los legisladores de ambas cámara a actuar con celeridad para asegurar que “el dinero llegue directo a las personas” y asegurar que las comunidades puedan afrontar este periodo en el que muchas familias han visto reducidos sus ingresos.
La prevención y el tratamiento de COVID-19 fue uno de los temas centrales de la conferencia de prensa, en la que el presidente Trump anunció que prohibirá acumular y especular con material médico imprescindible para afrontar la crisis sanitaria.
El mandatario estadounidense puso un énfasis especial en la necesidad de “abrir el país” lo antes posible y poner de nuevo a funcionar la economía estadounidense. En este sentido, aseguró que la situación de los negocios no permanecería parada como está ahora durante dos o tres meses más “como muchos han anunciado”. Trump predijo que estas compañías volverán a funcionar en unas semanas, aunque no dio una fecha exacta.
La doctora Deborah Birx no se atrevió a respaldar abiertamente las palabras del presidente aunque tampoco le quitó la razón. Birx especificó que lo que el presidente ha pedido a los expertos de la Casa Blanca es reunir los datos de los próximos 15 días para analizarlos y tomar una decisión sobre cómo seguir afrontando la pandemia.
Lo que sí reconoció el presidente es que la situación va a empeorar. “Obviamente, los números aumentarán con el tiempo y luego disminuirán”, adelantó. No obstante, Trump quiso quitar hierro al asunto comparando el coronavirus con la gripe común: “Hay muchas personas que mueren por la crisis”.
La “vuelta a la rutina” será, opina el republicano, diferente y habrá que adaptar el modelo de vida a las nuevas circunstancias. “Vamos a terminar más grandes, más fuertes y mejores”, determinó. El ejemplo claro, con el que el presidente incluso bromeó, es la norma del distanciamiento social con la que tanto han insistido las autoridades en las últimas semanas.
Donald Trump dijo estar aprendiendo mucho de la situación y de los expertos con los que trabaja pero insistió en que su idea es “abrir el país” lo más pronto posible. “Este país no se hizo para cerrarlo”, sentenció el presidente para dejar clara su prioridad de no dejar estancar la economía. La duda que ha surgido desde diferentes sectores es si Trump antepondrá la prioridad económica a la sanitaria.
Fuente el diario ny
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