martes, 13 de abril de 2021

Charlie Amarante “Déjenme vivir mi vida. Yo no soy malo con nadie. : una voz de oro del merengue que no pudo contra el alcohol.


Ynmaculada Cruz Hierro-listin diario
Picoteando el Espectáculo

Las letras del merengue “Vagabundo”, que el vocalista Charlie Amarante pegó en la década de los 80, podrían, quizás, reflejar los últimos años de su

vida, sumido en el vicio del alcohol y con un aspecto de indigente, en su natal Moca, provincia Espaillat.

“Déjenme vivir mi vida. Yo no soy malo con nadie. Que soy un borracho, que soy un perdido, que soy mujeriego y soy un bandido. Yo vivo mi mundo, yo soy vagabundo. Mi vida a nadie le importa ni el camino que llevo”, cantaba Charlie en el merengue “Vagabundo”.

Charlie Amarante, cariñosamente “Chelo”, fue el cantante principal de la orquesta de Luis Ovalles, grabando temas como: “Palo bonito”, “Se fue la luz”, “La Fosforera”, “Se hunde el barco”, “La ley del embudo” y “El vagabundo”.

El vocalista falleció la noche del domingo producto de las complicaciones que generan con los años el consumo excesivo de alcohol.

+ Persona querida
Charlie fue una persona muy querida por sus amigos. Incluso, Luis Ovalles confesó a periodistas de LISTÍN DIARIO que fue como un hermano un hijo para él, y que su muerte le embargaba una gran tristeza.

“Charlie fue un hermano para mí, él era parte de mi familia y vivió en mi casa por un tiempo, aunque estaba viviendo en Moca. Grabó conmigo todos los temas que tenían relevancia, yo lo prefería a él por su lealtad y calidad, fue el vocalista principal, siempre estaba conmigo”, expresó Ovalles.

“Chelo” recibió apoyo y atenciones médicas necesarias para ayudarlo a salir del vicio, pero sin muchos avances. Él no cooperaba.

Hace unos años, fue puesto en manos profesionales por parte de su primo Carlos Amarante Baret, quien lo llevó a un proceso de desintoxicación y luego lo empleó como seguridad de una escuela en Santo Domingo cuando era ministro de Educación (ejerció del 20 de julio de 2013 al 16 de agosto de 2016).

Intentos fallidos

“El alcohol no lo pudo controlar nunca, nadie pudo. Lo internamos en un centro de salud, busqué a un psiquiatra para que lo atendiera. Luis Montalvo lo atendió y ni él pudo. Luego se fue a Moca, allá le arreglamos su casa, pero siguió bebiendo”, relató Luis Ovalles.

En diciembre de 2019 varios medios del país denunciaron que Charlie vivía en una situación de descuido. Sin embargo, familiares negaron que viviera en el abandono, sino que el mismo cantante se negaba a visitar el barbero y a vestir ropas adecuadas, sólo por capricho, pero no porque su familia no le prestara atención.

“A mí lo que me gusta es el trago y si aparece aguardiente me lo bebo”, llegó a manifestar hace un año el merenguero en una entrevista para el canal de You Tube “Los clásicos de Joan Abreu”.

Luego agregaría: “De la única cosa que yo sufro es de la resaca y se me quita con dos tragos”.
En esa conversación también dijo que lo único que pedía a la vida era que lo dejaran beber tranquilo.

+ De su carrera
Charlie Amarante se inició tocando la tumbadora en el grupo Los Juveniles, de Luis Ovalles, en 1969.

Tiempo después se convirtió en cantante y en la voz estelar del grupo musical de su compueblano. Pocos percusionistas han logrado esa transición en el merengue.

El primer tema en grabar fue “Palo bonito”. Cuando Luis Ovalles lo escuchó cantar ese merengue hizo que él lo grabara porque le gustó más que el original, y desde ese momento grabó todos los éxitos de la agrupación.

De 1968 a 1991, la orquesta de Luis Ovalles registró 117 temas en 13 discos y tuvo apogeo durante las décadas de los 70 y los 80, teniendo a Charlie Amarante como conguero y cantante.

Otros vocalistas que fueron parte de esa agrupación fueron Henry Castro, San José, René Caminero, Leo Palacio y Johnny Calar.

La orquesta de Ovalles fue merecedora de todos los premios de su época, entre ellos “El Dorado”, “El Gordo de la Semana y Premios Casandra.

Su ruta

A mediados de los 90, cuando Ovalles disolvió el grupo, Charlie tomó otros rumbos. En una de esas rutas decidió irse a vivir a Puerto Plata, en donde estuvo trabajando como cantante.

Luego se trasladó a Moca, en donde se refugió en el alcohol. Su familia, hijos, amigos y vecinos lucharon para ayudarlo, pero todo esfuerzo fue en vano.

Según dijo en una entrevista no tomaba alcohol porque fuera depresivo o por el amor de alguna mujer: “Tomo porque me gusta el aguardiente”.

De poseer una imagen impecable cuando estuvo en la orquesta con Luis Ovalles, el intérprete de “La fosforera” se convirtió en una persona irreconocible, desaliñada, viviendo sin un horizonte en el que la muerte lo encontró.

Pocos merengueros le dieron ayer un adiós cibernético, como ahora se acostumbra. Sergio Vargas, entre esos pocos lo reseñó en su Instagram: “Hoy se apaga una voz de nuestro merengue, Charlie Amarante... Hoy partió a los brazos del Señor. Mis condolencias a los familiares”.

Palabras. Ayer, Luis Ovalles elogió las cualidades vocales de Charlie Amarante y resaltó que fue su mejor cantante y relata que cuando tenía en sus manos un merengue de calidad se lo confiaba a él.

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