jueves, 4 de agosto de 2022

Robinson Canó.....Perdimos otro dominicano en Cooperstown, como también perdimos otros, porque los jugadores de Grandes Ligas todavía siguen creyendo que están jugando en RD.


Cristian Holguín-listin diario
Picoteando el Deporte

Después de haber sido despedido de los Mets de New York, después de los Padres de San Diego y más adelante los Bravos de Atlanta, ya el dominicano Robinson Canó no tiene que buscar más, su bajo rendimiento lo ha sepultado y casi todos han olvidado lo que fue su carrera de Grandes Ligas.

Los errores cometidos ahora le están pasando factura, porque después de las dos suspensiones por dopaje, Canó no ha vuelto a ser el mismo, a pesar de contar con 39 años de edad y para un tipo que se mantiene en magnificas condiciones, no es notable.

El segunda base petromacorisano, se cayó por completo y no ha podido batear al nivel esperado y podemos decir que no pudo completar los números que todos sus fans esperaban, por lo tanto queda automáticamente descartado de ingresar al Salón de la Fama de Cooperstown. Su carrera transitaba ese trayecto correctamente, sólo que una falla impidió que llegara a ese lugar.

Estaban esperandos que el dominicano disparara su hit 3,000 para de una vez inmortalizarlo, pero que pena. Canó se encargó él mismo de cerrarse esa puerta, que sin lugar a dudas es la más importante de todo jugador de Grandes Ligas, porque ese templo está reservado sólo para los grandes.

Perdimos otro dominicano en Cooperstown, como también perdimos otros, porque los jugadores dominicanos de Grandes Ligas todavía siguen creyendo que están jugando en República Dominicana.

Cooperstown era su objetivo en el último tramo de su carrera pero él mismo se encargó de destruirlo, ahora con 39 años de edad es dejado fuera por su tercer equipo en 2022. Con los tres equipos Mets, Padres y Atlanta bateó .150 en 104 apariciones al plato. En un momento parecía que se había reencontrado consigo mismo ya que aceptó ir a jugar a triple A con San Diego y allí vio acción en 21 juegos, donde bateó .333 (96-32 ) con tres jonrones, cinco dobles y 20 carreras remolcadas, pero más adelante cuando fue contratado por los Bravos de Atlanta su anémica ofensiva continuó.

Lo que vimos de Robinson Canó con las Estrellas Orientales y después en la Serie del Caribe nos tenía convencidos de que todavía le quedaba gasolina en su tanque, por lo que suponíamos que Canó estaba preparado para iniciar su objetivo que era tratar de alcanzar los 3,000 hits, una meta que estaba en sus manos desde hace varios años pero que por su culpa no se había acercado más que hasta el momento de su despido de su tercer equipo.

En ese momento estaba en 2,639 hits conectados, a esto agréguenle 572 dobles a lo que también iba rumbo a 600, con sólo estas dos categorías era un seguro Salón de la Fama.

Ahora no hay vuelta atrás, Robinson Canó cometió el error más caro de su vida como jugador profesional y eso no lo puede negar, dio positivo por dopaje en 2018 y suspendido por 80 juegos, su nombre sonó por todos lados y muchos comenzaron a dudar de su carrera, pues nadie podía creer una cosa así.

¿Qué pasó después? Que el famoso segunda base dio positivo por segunda vez y fue suspendido por toda la temporada de 2021 y ahí mismo terminó de derrumbar su carrera y el descredito creció mucho más, pues ya nadie creía en él.

Este caso de Canó ha sido el más doloroso de todos los jugadores dominicanos que han dado positivo, ya que ha sido un jugador muy querido e idolatrado por miles y miles de fanáticos en todas partes.

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