Por Mandy Fridnman-el diario
Picoteando el Espectáculo
Una cicatriz en su dedo recuerdo de morderse para calmar la ansiedad de lo que vivía en su casa con un padrastro alcohólico, y su famosa boquita torcida que tanto bullying recibe a diario en redes, son las secuelas que forman parte de lo que es hoy Francisca Méndez-Zampogna: una mujer fuerte, valiente que conoce en primera persona lo que es superar sus propios miedos y salir victoriosa.
Esta mañana en ‘Despierta América’, Francisca, Raúl González y Carlos Calderón hablaron con el doctor Juan Rivera en el Día Mundial de la Concientización de la Salud Mental. Cada uno expuso los episodios que han vivido. Allí, la dominicana comenzó a revelar la causa de su boca ‘torcida’ producto de una parálisis que le provocó un ataque de pánico. Luego, en exclusiva hablamos con ella, quien nos relató la historia de miedo y superación detrás de aquello que hoy la hace única por muchas razones.
En el día de la concientización de la salud mental, revelaste en ‘Despierta América’ lo que te llevó a tener aquello que siempre te cuestionan: tu manera tan particular y única de tu boca.
Francisca Mendez- Zampogna: Por la concientización sobre la salud mental tuvimos hoy un segmento, en donde pude tener la oportunidad de compartir con toda mi gente, algo que a mí me pasó hace tiempo, cuando yo vivía en Nueva York… Yo no sabía lo que me había pasado, pero tuve un ataque como de ansiedad tan grande, que tuve como una pequeña parálisis en mi rostro.
Lo conté aquí, en ‘Despierta América’, y cuando me habló la productora para ese segmento yo dije: “Lo voy a decir”. No es que me dejen de criticar, porque de verdad ya no me afecta como me afectaba antes, pero para que también uno tenga cuidado a veces con las cosas que dice. Cuando a veces mencionaban, “tienes la boca torcida, ¿y por qué tienes la boca torcida?, ¿y por qué no te arreglas eso?“… La gente no sabe lo que hay detrás. Uno debe tener mucho cuidado siempre en las cosas que dice.
-¿Qué fue lo que pasó?
Francisca Mendez- Zampogna: Precisamente por la incertidumbre de vivir en New York, de no tener dinero, de no saber qué iba a pasar conmigo mientras los años pasaban… Todo ese stress me tenía muy mal, y una madrugada yo me levanté con el corazón a todo lo que daba, me asusté porque mientras tienes ese descontrol también en tu corazón, empiezan los pensamientos: “te vas a morir, te vas a dar un infarto, ¿Qué es lo que está pasando?”… De repente mi cara se me puso así como un calambre, y yo me empecé a tocar y a pegarme, a pegarme para que ese lado de la cara reaccionara y luego dije, “Si no te calmas te vas a morir”, y empecé como solita a respirar, respirar y se me pasó.
Yo me acuerdo que me levanté al otro día, me miré al espejo y vi que tenía la carita como un poquito doblada, no me asusté y me empecé a dar masajes, en ese entonces trabajaba ya como mesera, me fui al restaurante a trabajar y se me pasó, se me olvidó y nunca le di mente.
Nunca nadie en el restaurante a mí me dijo nada: “Qué fea eres con la boca chueca”, ni nada por el estilo, pero parece que al estar en la televisión, la televisión hace evidente muchas cosas que a veces en persona tal vez no lo sean, y la gente empezó a criticar, “¿Por qué tú no te arreglas la boca? Tienes la boca chueca”… Es un recuerdo de la ansiedad, es un recuerdo en los momentos difíciles que yo viví mientras estaba en New York, y por eso ahora yo lo llevo con orgullo, cuando me escriben y me cuestionan, yo me lo tomo a la ligera, porque me hace única y diferente y es la verdad ¿quién más en la televisión tiene la boca torcida?
¿Cómo descubres y cómo combates la ansiedad?
Francisca Mendez- Zampogna: Siendo muy consciente de mis pensamientos y de las cosas, empecé a decirme que lo que va a pasar, cuando llegue el momento me preocupo, no me tengo que empezar a preocupar desde ahora… Se repitió también en New York, que me desmayé otra vez, se repitió ese tipo de episodios, de eventos en mi vida que también me hizo pensar y decir: “Fran ok, no te puedes volver loca con cosas que todavía no van a pasar”… Y empecé a controlar un poquito más mi mente.
No es que las cosas no me preocupen, me preocupan pero yo creo que me anticipo a cómo será: “Este pensamiento me va a llevar al otro, y a la otra cosa”… Y ahora lo que hago es respirar, tranquilizarme y enfocarme en las cosas con las que vivo en el momento. Un día la vez como dice nuestro amigo Raúl (González), yo vivo lo que me toca y espero al día siguiente lo que trae. Así es como he ido calmándome, porque en realidad como yo vengo también de una familia disfuncional, yo crecí con un padrastro alcohólico y todo eso, y mira yo tengo aquí una cicatriz, que yo nunca había mostrado.
-¿Qué es esa cicatriz en tu dedo?
Francisca Mendez- Zampogna: De niña me mordí porque te da como la ansiedad los problemas, entonces es ir trabajándolo poco a poco, quererlo superar, como ahora tengo un hijo también, yo no puedo andar por la vida sobre estresándome con las cosas ,porque no le quiero pasar esas cosas a Genaro, entonces simplemente anticiparme a los pensamientos como decir: “no es todavía el mundo que tú estás imaginando y que estás visualizando, cuando pasen te preocupas y encuentras la solución”, y así es como voy poquito a poquito.
Cuando ves tu cicatriz, y te ves al espejo y ves tú tu mueca única e irrepetible ¿qué piensas?, ¿qué sientes?
Francisca Mendez- Zampogna: Es un recordatorio de que pasé por momentos difíciles, y es importante que eso nunca se me olvide, porque eso también me mantiene con los pies sobre la tierra, todo lo que me ha pasado me ha marcado, yo digo que para bien, si no me hubiera pasado eso no le pongo caso, no me hubiera cuidado, hubiera terminado tal vez de una manera peor, tal vez me hubiera dado un infarto tal cual como le ha pasado a mucha gente. Yo lo que siento es agradecimiento y aprecio y digo: “Bueno Diosito, por todo lo me ha pasado tú me has ayudado a mí a seguir adelante y construir esta mujer que comparto con el mundo ahora, una mujer que me considero fuerte, no porque no tema, no porque no llore, no porque no sufra, sino porque tengo claro de que todo pasa para bien”, y eso me ha ayudado mucho a seguir siempre adelante.
No entiendo como insultan a esta chica. Primero que todo NO es fea. Es muy delicada y elegante, decente y con unos ojos y color de piel espectaculares. Y segundo, donde quedo el respeto hacia el projimo? Todo el que la insulta deben ser mas feos que una hemorroides
ResponderBorrar