lunes, 22 de noviembre de 2010

La hija de Nuria Piera de 10 años pide un monumento para el fenecido Freddy Beras Goico.


La pequeña llegó al funeral de Freddy Beras Goico de la mano de su madre, se trataba de Leslie Paola MacKiney, hija de Nuria Piera y del periodista Pablo MacKiney. Leslie, de 10 años, se sorprendió y muy emotiva, de brazos de Pilar, viuda de Beras, lloró desconsolada ante los restos de a quien llamaba abuelito.

“Freddy era mi abuelito, porque yo no conocí a mi otro abuelito... Estoy muy triste porque yo no quería que se muriera”, decía la niña desconsolada. Inquieta y muy audaz, desde que se percató de la presencia del Presidente de la República le dijo a su madre que quería hablar con él, ya que le soli- citaría que le construyera un monumento o una plaza al fenecido comunicador y humorista. “También le diré que le ponga el nombre de una calle”, exclamó.

Leslie se puso de pie y se colocó cerca del Presidente; muy astuta, esperó a que el Presidente concluyera las palabras con las que destacaba la grandeza del comunicador y desde que terminó, ella comenzó a llamarlo: “Señor Presidente!”, “Señor Presidente!”..., pero el presidente Fernández no la escuchó.

Leslie se sintió un poco frustrada y se dirigió hacia su madre y muy triste le dijo: “Yo le llamé y el no me escuchó”, reclamó.

Pero, eso no la detuvo, así que en el momento que el Presidente Fernández fue a despedirse de los deudos, Leslie le se le acercó y le dijo: Presidente, yo quiero que usted construya un monumento o una plaza en honor a mi abuelito Freddy.

También quiero que le cambien el nombre a la calle Abraham Lincoln por el nombre de Freddy Beras Goico”. Tras conversar con el presidente Fernández, Leslie se sintió satisfecha y le contó a su madre, que el mandatario le prometió que honraría la memoria de su abuelo.

LE PIDE A PRESIDENTE QUE HONRE SU NOMBRE
MÁS QUE UN ABUELO

Tras conversar con el presidente Fernandez, Leslie se sintió satisfecha y le contó a su madre, que el mandatario le prometió que honraría la memoria de su abuelo. Para Leslie, Freddy era su abuelo cariñoso, que la hacia reír y sentirse muy querida y protegido por ese gran hombre al que ella admiraba y adoraba como un pariente. El llanto de Leslie frente al féretro del gran humorista, es el mismo llanto del pueblo dominicano que le dio ayer el ultimo adiós, a quien ahora llaman: el único defensor del pueblo.

fuente listin diario

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