La pequeña llegó al funeral de Freddy Beras Goico de la mano de su madre, se trataba de Leslie Paola MacKiney, hija de Nuria Piera y del periodista Pablo MacKiney. Leslie, de 10 años, se sorprendió y muy emotiva, de brazos de Pilar, viuda de Beras, lloró desconsolada ante los restos de a quien llamaba abuelito.
“Freddy era mi abuelito, porque yo no conocí a mi otro abuelito... Estoy muy triste porque yo no quería que se muriera”, decía la niña desconsolada. Inquieta y muy audaz, desde que se percató de la presencia del Presidente de la República le dijo a su madre que quería hablar con él, ya que le soli- citaría que le construyera un monumento o una plaza al fenecido comunicador y humorista. “También le diré que le ponga el nombre de una calle”, exclamó.
Leslie se puso de pie y se colocó cerca del Presidente; muy astuta, esperó a que el Presidente concluyera las palabras con las que destacaba la grandeza del comunicador y desde que terminó, ella comenzó a llamarlo: “Señor Presidente!”, “Señor Presidente!”..., pero el presidente Fernández no la escuchó.
Leslie se sintió un poco frustrada y se dirigió hacia su madre y muy triste le dijo: “Yo le llamé y el no me escuchó”, reclamó.
Pero, eso no la detuvo, así que en el momento que el Presidente Fernández fue a despedirse de los deudos, Leslie le se le acercó y le dijo: Presidente, yo quiero que usted construya un monumento o una plaza en honor a mi abuelito Freddy.
También quiero que le cambien el nombre a la calle Abraham Lincoln por el nombre de Freddy Beras Goico”. Tras conversar con el presidente Fernández, Leslie se sintió satisfecha y le contó a su madre, que el mandatario le prometió que honraría la memoria de su abuelo.
LE PIDE A PRESIDENTE QUE HONRE SU NOMBRE
MÁS QUE UN ABUELO
Tras conversar con el presidente Fernandez, Leslie se sintió satisfecha y le contó a su madre, que el mandatario le prometió que honraría la memoria de su abuelo. Para Leslie, Freddy era su abuelo cariñoso, que la hacia reír y sentirse muy querida y protegido por ese gran hombre al que ella admiraba y adoraba como un pariente. El llanto de Leslie frente al féretro del gran humorista, es el mismo llanto del pueblo dominicano que le dio ayer el ultimo adiós, a quien ahora llaman: el único defensor del pueblo.
fuente listin diario
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