domingo, 13 de abril de 2025

Pico analizan…Rubby Perez, la Post-verdad y la confusion informativa. La comunicación necesita urgentemente una reflexión que lleve al análisis de las consecuencias de la inmediatez.


Picoteando el Espectáculo

La madrugada del martes, una tragedia sacudió a la República Dominicana: el desplome del techo de la icónica discoteca Jet Set.

 Pero más allá del colapso físico del lugar, fuimos testigos de otro colapso aún más profundo: el desplome de las informaciones, con el caso del querido merenguero Rubby Pérez en el epicentro de la confusión.

Algunos medios de comunicación tradicionales, portales digitales y redes sociales se sumergieron en un torbellino de versiones sin confirmar: que Rubby había muerto atrapado entre los escombros, que fue encontrado con vida y atendido por un médico, que comenzó a cantar para ser localizado, o que estaba en un hospital tras ser rescatado. Horas después, el director del COE, Juan Manuel Méndez, aclaró: el cuerpo de Rubby Pérez no había sido encontrado. Finalmente expresó que fue recuperado el cadáver del merenguero a las 6:10 de la mañana de este miércoles.

La desinformación no solo fue local. Medios internacionales, que por décadas han sido sinónimo de seriedad, también cayeron en el juego de versiones erradas. La desesperación del momento, las emociones desbordadas de familiares y la presión mediática crearon un cóctel explosivo. En medio del caos, muchos periodistas y comunicadores —en su afán de cumplir con su deber de informar— publicaron sin confirmar, alimentando una narrativa incierta que confundió al país entero.

Investigando con diversas fuentes y consultando con psicólogos vimos que este fenómeno responde a lo que los expertos ya han diagnosticado: impulsividad informativa, FOMO periodístico (miedo a quedarse fuera de la primicia), ansiedad de validación profesional y una peligrosa adicción al clic, al “me gusta”, a la visibilidad inmediata. Es una batalla entre ética y dopamina, entre credibilidad y adrenalina.

En ese estado de urgencia digital, el juicio se nubla. El cortisol se eleva, la adrenalina domina, y la verdad... se esfuma.

Esta crisis no es un simple error colectivo. Es una alarma nacional. Hoy fue Rubby Pérez; mañana podría ser cualquier otro como tú o yo. La comunicación necesita urgentemente una reflexión que lleve al análisis de las consecuencias de la inmediatez.

Angel Puello como autor de este artículo, también soy humano. En medio del dolor y la urgencia, incluso buscando claridad, podría errar en algunos de los puntos aquí expuestos. Pero esa es justamente la enseñanza: no podemos creer todo lo que se nos dice —ni siquiera esto que acabo de escribir— sin antes verificar. Que esta tragedia nos sirva de lección para ejercer, exigir menos adicción a la inmediatez.

Porque, al final, cuando la verdad se convierte en víctima, todos perdemos.
Fuente Angel Puello

No hay comentarios.: