Tras cinco años de ausencia, Don Omar se reencontró esta noche con su fanaticada boricua con un elaborado montaje en la primera de dos funciones de su concierto Hecho en Puerto Rico en el Coliseo José Miguel Agrelot, en San Juan, en el que además destacó la importancia de la hermandad en el género del reguetón.
Al darle la bienvenida a Yandel al escenario, a Don Omar se le chispoteó que este colega se lanzará como solista, es decir, que el dúo Wisin & Yandel podría estar, en efecto, disuelto.
“Sabemos pedir perdón por el bien del género y de nuestra Isla. Bienvenido a tu nueva faceta como solista, hermano”, le dijo el Don a Yandel causando euforia colectiva.
El concierto empezó cerca de las 9:30 de la noche. “Gracias, Puerto Rico, estoy superorgulloso de estar en casa. Buenas noches, Puerto Rico”, fueron las primeras palabras del anfitrión a sus invitados, entre los que había adultos, niños y personas mayores.
El artista entonaría una treintena de sus éxitos en una presentación dividida en cuatro partes, según la evolución de su carrera musical a través de sus temas.
Repórtense, Puedo con todos, Conteo, Virtual Diva, Salió el sol, Danza salvaje y Candela fueron los primeros aperitivos de su variado menú musical, que contó con una banda de músicos en directo.
La velada tuvo pinceladas de musical con elementos del descubrimiento de Puerto Rico. De hecho, inició con un conteo regresivo de 30 minutos con imágenes del mar, en dos pantallas gigantes, aparentando una embarcación en movimiento por los sonidos sobre el agua, hasta que el exponente carolinense ancló en puerto boricua, a eso de las 9:30 de la noche, en un escenario en forma de barco.
Antes del despunte de esta presentación musical, la madre de Don Omar, Toñita Rivera, se ubicó en el área de arena en compañía de otros de sus hijos, entre estos Luis “Luisito” Landrón, quien pertenece al equipo de trabajo de su famoso vástago.
El autodenominado “Rey del Reguetón”, de 35 años, fue respaldado con el coro de su agitada audiencia, que arropó el Choliseo en temas que lo lanzaron a la fama, como Dile, Cuéntale, Pobre diabla y Dale, Don, Dale.
Interpretando Vuelve, se dirigió a sus eufóricos seguidores: “Un fuerte abrazo para los que todavía creemos en el amor”, a lo que la audiencia respondió con aplausos.
Con un tercer cambio, tras estar ataviado de época como conquistador español y luego de negro, apareció con guayabera para resaltar sus raíces latinas con los temas Ogún Balenyó y El curandero.
Curiosamente, William Omar Landrón, su nombre de pila, hizo un llamado para que los puertorriqueños hagan un alto a la violencia en el país al expresar que “la tolerancia de los seres humanos es la base para tener un futuro libre de criminalidad”, ganándose una ovación de sus fans.
Luego, entonó el tema Libertad, en el que, orgulloso y sin avergonzarse, narra sus raíces humildes, sus conflictos, los de la sociedad y los errores que ha cometido.
“Gracias, Puerto Rico (por el apoyo), porque no le tengo que bajar la cara a nadie, eso es libertad”, comentó sin poder evitar emocionarse.
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