El diputado de la Asamblea Legislativa de San Petersburgo Vitali Milónov ha acusado a Madonna de violar la ley local contra la propaganda de la homosexualidad en el concierto que ofreció en la noche del jueves en la antigua capital imperial rusa.
"Hay que sancionar a Madonna o a los organizadores (del concierto)", dijo a la agencia Interfax Vitali Milónov, autor de la ley que ha sido denunciada como discriminatoria por las minorías sexuales.
El diputado indicó que hay grabaciones de vídeo que muestran que entre el publico había "niños de doce años", por lo que —insistió— debiera aplicarse la ley.
La ley que Madonna ha supuestamente infringido prohíbe hacer propaganda ante menores de la homosexualidad o de la pedofilia (relaciona ambos términos) y prevé multas de 5.000 rublos (unos 127 euros) a las personas físicas; de 50.000 rublos (unos 1.200 euros) a los funcionarios, y de entre 500.000 y 1.000.000 de rublos (entre 12.700 y 25.500 euros) a las personas jurídicas.
"Derecho a ser libres"
En su presentación en San Petersburgo, la ciudad natal del presidente ruso, Vladímir Putin, la cantante hizo una encendida defensa de los derechos de los homosexuales.
"Queremos luchar por el derecho a ser libres. He viajado mucho por el mundo y veo que la gente es cada vez más intolerante, pero podemos cambiar esto. Tenemos la fuerza para ello", proclamó Madonna desde el escenario en el pabellón Peterburgski.
Madonna, que ya escandalizó a sus detractores al pedir el martes en su actuación en Moscú la libertad del grupo punk ruso Pussy Riot, que es juzgado por cantar contra Putin en una catedral, aseguró que "el amor" es lo único que puede cambiar el mundo.
"Antes del concierto os dieron unas pulseras rojas, que reflejan vuestra tolerancia hacia las personas con orientación sexual no tradicional. Ellos son personas como todos", subrayó.
Protestas contra Madonna
A pesar de todo, algunos activistas homosexuales han protestado contra la diva del pop, a la que tacharon de hipócrita por utilizar la defensa de los derechos de las minorías sexuales para hacer negocio con su música.
Organizaciones ortodoxas y nacionalistas protestaron enérgicamente en los últimos días contra los conciertos e incluso quemaron fotos con imágenes de Madonna, a la que consideran una "sacrílega", una "enviada de Satán" y "un arma ideológica de Occidente".
Además, en un mensaje de Twitter el viceprimer ministro ruso, Dmitri Rogozin, comparó a Madonna con una "prostituta" por querer "dar lecciones de moralidad" a los rusos.
"O quítate la cruz o ponte los pantalones", agregó Rogozin, antiguo embajador ruso ante la OTAN conocido por su ideario ultranacionalista.
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