Por Rafael Nuñez/diario libre
Picoteando el Espectáculo
El maestro de la oralidad en los programas de televisión para el entretenimiento, Yaqui Núñez del Risco, nos puso en alerta, y en nuestro entendimiento, con el término "telebasura" para referirse a la gran cantidad de programas producidos en República Dominicana sin contenidos, carentes de preproducción y sin ningún objeto que la improvisación.
Núñez del Risco, que sentó cátedras no solo en el buen decir, sino en cómo hacer televisión para el entretenimiento, al tiempo que edificaba sus contenidos dirigidos a la teleaudiencia, se echaría para atrás en estos instantes al ver la cantidad de gente enganchada a la comunicación, que no está preparada para orientar a nadie, no tiene ningún rigor profesional, atropella el lenguaje y cree que la pantalla chica es un mero espacio para la vulgaridad y el irrespeto.
Hospedado en un hotel de Santiago hace un tiempo, me dispuse a ver algunos canales de la Ciudad Corazón en el entendido de que podría conseguir alguna oferta televisiva con la que pudiera consumir el espacio que tenía disponible, en espera de una reunión de trabajo. Sin embargo, no pude encontrar propuestas de calidad.
Cuando Núñez del Risco llamaba la atención sobre la mediocridad y la falta de profesionalidad en la realización y producción de televisión, pocos hicieron caso a las advertencias del maestro.
Para quienes me puedan preguntar sobre la regulación de los contenidos en radio y televisión, les puedo adelantar que mientras la comunicación esté regida por una ley obsoleta (6132), no habrá forma de ponerles fin a todos los infundios y a las faltas de respeto que se ven en la televisión y la radio todos los días. Estamos esperando que se impulse con prontitud el Código de la Comunicación, para ver si en nuestro ámbito de trabajo comienza el adecentamiento.
Pero la historia viene a cuentos porque viendo los contenidos de la televisión en Santiago (me inquietó no solo la falta de rigor para la producción de televisión, que no es un problema reducido a Santiago porque afecta a la radio y a la televisión de todo el país), pude observar fallas de carácter técnico y deficiencias en el contenido.
Coincidí con el propietario de una importante empresa de televisión de Santiago en la idea de que la falta de profesionalidad que evidencian comentaristas, productores y técnicos de la televisión, se debe a que a estos medios llega mucha gente empírica, sin grado académico ni formación técnica. Y no soy de los que cree a pie juntillas que el título profesional garantiza el buen uso de los medios, pues ¿cuántos egresados de entidades académicas son un desastre profesional, no solo en la comunicación, sino en otros ámbitos?
La formación académica es vital, más en estos tiempos, pero cuando una persona adquiere las habilidades de una profesión u oficio sin asistir a un centro de enseñanza académica, por lo menos debe hacer el esfuerzo de dotarse de las herramientas teóricas que lo suplan de esos conocimientos. Hay mucho empirismo en los medios de comunicación y eso explica, entre otras razones, por qué un camarógrafo graba escenas de personas en la emergencia o en la morgue de un hospital sin respeto alguno por la condición humana. Ni el productor del programa ni el camarógrafo tienen la formación necesarias para saber que la Constitución protege la dignidad humana, pero tampoco la gente común conoce sus derechos, que son pisoteados todos los días por los enganchados a la comunicación.
En el ámbito del manejo técnico, los programas que salen al aire en nuestro país son para caerse de espanto. Imágenes con mala calidad, escenas tomadas en contra luz y encuadres que los camarógrafos no saben por qué los hicieron. Es el pan nuestro de cada día.
Esa realidad nos motivó a organizar talleres en las provincias y municipios del país, a los fines de llevar profesionales de la comunicación que nos ayuden a darles los conocimientos teóricos a los jóvenes que incursionan en la comunicación. Esos talleres están siendo patrocinados por la Red Nacional de Comunicadores, el Sindicato de Trabajadores y Técnicos de la Televisión y próximamente firmaremos un acuerdo con el Instituto de Formación Técnico Profesional (INFOTEP), así como con Medios Unidos del Cibao (MUCI), para darle el carácter académico, de manera que los participantes tengan el aval del INFOTEP.
Profesionales como Emilia Pereyra, Ramón Elías Reyes, Aleja Flores, Carlos Julio Féliz, Napoleón de la Cruz, Namphi Rodríguez, el ingeniero Charles Sánchez, Javier Cartagena, Jhon González, Vismark Toribio y quien suscribe hemos hecho un compromiso para llevar por todo el país estos talleres de formación y actualización para comunicadores empíricos.
En Las Matas de Farfán participaron 67 de ese municipio y Elías Piña, quienes por tres fines de semana consecutivos recibieron la experiencia en el taller de "Realización y producción de televisión". En el evento, no solo ofrecemos experiencias y conocimientos, sino que asimilamos vivencias distintas a las recibidas en todos estos años de ejercicio. Y lo mejor de todo: no estamos exigiendo un centavo a los participantes. El pago vendrá con el tiempo, con una mejor televisión.
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