Ramos compartió en su columna del periódico Reforma algunas de las reflexiones que le dejó la visita.
“Después de tantos gritos e insultos en la campaña por la Presidencia de Estados Unidos, necesitaba un antídoto. Así que decidí pasarme 10 días en uno de los países más corteses y con mejores modales del mundo: Japón”, escribió el reportero.
Ramos tuvo enfrentamientos con Donald Trump durante la campaña presidencial. El triunfo del republicano hizo catarsis en el periodista, que en su momento reconoció errores profesionales.
Ramos quedó impresionado con el silencio de los japoneses cuando están en público. También disfrutó de la comida en porciones adecuadas.
“La obesidad que nos obsesiona en México y Estados Unidos es prácticamente inexistente aquí. Rodeados de mar, su dieta está basada en pescado y, si me permiten la observación, en un ritmo mucho más natural y lento para comer. Dicen los expertos que hay que darle tiempo al cerebro para que sepa que el estómago está lleno y aquí se lo dan”, dijo Ramos.
Ramos también le dio una mirada al trabajo de sus colegas japoneses y admiró el eslogan del Japan Times: “Todas las noticias sin miedo o favor”.
Ramos además destacó la cultura de limpieza de los japoneses y la honestidad.
“Sentí palpitaciones cuando dos mujeres dejaban sus bolsas colgadas en la silla de un restaurante para ir al baño. Al regresar, las bolsas seguían ahí, intactas. Jamás se les ocurrió pensar que alguien se las robaría en un lugar público. A mí sí“, escribió.
Ramos concluyó que el viaje fue oportuno y le sentó bien, aunque aspira que las buenas vibras se mantengan por un buen tiempo. Estaremos pendientes del reportero el 20 de enero, cuando Trump jure como el presidente 45 de Estados Unidos.
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