NUEVA YORK, EEUU.- Quizás buscando limpiar todos sus pecados, el ex gobernador homosexual de New Jersey, Jim McGreevey, cuya preferencia lo obligó a renunciar del cargo en agosto de 2004, busca ahora refugio en la iglesia episcopal, única secta que hasta el momento da cabida a los que no son heterosexuales.McGreevey, bautizado entonces el "American Gay" (El Homosexual de América), fue visto en una misa de ayer domingo en la mañana cargando un crucifijo de gran tamaño, mientras fungía de asistente del sacerdote que ofició en la Iglesia Episcopal de Todos los Santos en Hobooken.Se dijo que su participación en el acto religioso es parte del entrenamiento al que está sometido para convertirse de gobernador homosexual a sacerdote. El ex gobernador había dicho varias veces que buscaba convertirse en un reverendo episcopal, un deseo que muchos pusieron en duda.Antes de sus apariciones en la iglesia ha estado concentrado en estudios teológicos en el seminario de la secta, pero algunos piensan que no tiene la suficiente vocación para dar sermones, por lo que por ahora, lo limitan a ayudar en tres misas a la semana, participar en programas de la parroquia y a recoger donaciones.Vestido con una túnica blanca, cargó el crucifijo como asistente del celebrante padre Curtis Geoffrey, ayudó a bendecir la eucaristía y a bautizar a un pequeño grupo de bebés y niños pequeños. McGreevey, que tiene 52 años de edad, procreó dos hijas - Jacqueline de siete años y Morgan de 17 - y sostiene sentirse orgulloso de ser papá.Los feligreses lo conocen sólo como "Jim" y parecen haber olvidado el incidente que escandalizó a Estados Unidos y al mundo hace cinco años, no por su preferencia, sino por haberse mantenido en el clóset mintiéndole a su esposa, hijas, familia y a los constituyentes del estado.Se inscribió en la escuela de teología del Divino Maestro en 2007 y espera graduarse en el seminario en la primavera de 2010. A seminaristas como él se les dan cursos de cómo amar al prójimo, lecturas de poesías sobre el antiguo Israel y sobre derechos humanos.Según el periódico The Star Ledger de Newkark (New Jersey), al que concedió una entrevista, McGreevey dijo que luchó por años con la idea de convertirse en sacerdote. "Estoy agradecido por mi vocación, por mi humildad y es una bendición", sostuvo el ex gobernador.La iglesia episcopal permite a sacerdotes homosexuales, heterosexuales y lesbianas, a diferencia de la iglesia católica que lo prohíbe.
De Miguel Cruz Tejada
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