SANTO DOMINGO. Para los jóvenes haitianos que construyen edificios en esta ciudad, seguramente fue el espíritu de Mackandal -aquel que se convirtió en serpiente, en ave, en pez, después de huir de la hoguera-quien hizo que pudiera darse el concierto "Un canto de esperanza por Haití" después de un día de lluvia.
Juan Luis abrió el concierto con toda la fuerza de "La Travesía" y el público regaló una ovación, después le siguieron el muy caribeño tema "Voy a pedir tu mano" y finalizó con "Las Avispas". Luego dio paso a Miguel Bosé.
El ahijado de Picasso subió cantando "Amante bandido", acompañado de integrantes de su grupo y de 440. Luego de agradecer al público por venir a apoyar la causa de Haití entonó un muy aplaudido "Te amaré", y de su último disco: "Un canto a la libertad", un hermoso tema que tiene mucho que ver en sus esencias rítmicas y filosóficas con lo que congregó a tanta gente en el Estadio Olímpico. "Canta fuerte, hermano, llama a la libertad", dijo, y anunció a Maridalia Hernández.
La voz de Maridalia, casi rayando las nueve, entonó "Te ofrezco", muy aplaudido. Y después conversó con el público: "Esta noche es una noche de amor, este es un acto de amor...". Entonces cantó "Quien no sabe de amor, no sabe nada", a dúo con Adalgisa Pantaleón, un dueto maravilloso, que fue -musicalmente hablando- de lo mejor que pasó en la noche.
Sin ser anunciado, Maridalia se olvidó de presentarle, salió Luis Fonsi. "Quién te dijo eso", muy coreada por los miles de asistentes a una noche que dejó ver estrellas entre nubes ya pasajeras.
Enrique Iglesias llegó lento y fue tomando fuerza como un ciclón tropical. En el primer tema bajó al público y allí invitó a un joven a cantar con él. Rubén, dijo, "pasado mañana cumplo años y este es mi regalo". ¿Qué canción quieres cantar? "Héroe" dijo Rubén, quien no se la sabía; pero el cantante hizo su show con Rubén. Fue probablemente Enrique Iglesias quien más hizo participar al público.
El merengue llegó entonces en la voz de su reina, Milly Quezada, quien cantó "Para darte mi vida" y puso a bailar a muchos con dos temas más de su repertorio. Luego Alejandro Sanz se adueñó del escenario y agradeció a los dominicanos "por ese gran paso que están dando por acercarse a los hermanos de Haití".
Completó con "Corazón partío" y "Looking for Paradise" a dúo con una joven negra de voz cercana en el timbre a Alicia Keys, aunque no en intensidad.
Juanes pidió a Dios que si se muere sea de amor; eso con todo el público esperando por él y desde su guitarra sensible al rock y a la cumbia. Agradeció al pueblo dominicano "por todo lo que han hecho en la reconstrucción de Haití" y seguidamente interpretó "It's time to change". Juanes se hizo acompañar de su propio grupo junto al coro de 440. Respiró ese humo amargo del adiós con "La camisa negra".
Juan Luis volvió a escenario con los primeros acordes de "Como yo te quiero", y después estrenó "Bachata en Fukuoka". Y siguió con el típico "El Farolito". El Olímpico le pidió otra y anunció el último tema e invitó a todos que enarbolaron dos banderas, una de Haití y otra dominicana para cantar "Ojalá que llueva café", el mejor canto de esperanza para las islas pobres.
Diario libre
De Alfonso Quiñones
foto: EnTodoRD.com, activao
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