El tema de la infidelidad pocas veces se trata en la farándula local. Diferente a lo que acontece en el ámbito internacional, que la mínima ‘’canita al aire’’ es motivo de publicaciones y despliegues en diarios, semanarios, revistas, programas de televisión y páginas digitales.
Aquí los artistas y figuras públicas catalogan como una invasión a su privacidad el hecho de que sean ‘’aireados’’ sus romances extra-maritales, pues parecen considerarse con licencia para ‘’lavar y guardar la ropa’’.
Presidentes de la República, que en pleno ejercicio de sus funciones han ‘’brincado’’ la tablita con megadivas, una de las cuales, desbordada en su creencia sobre sus atribuciones, se creyó con el derecho de asistir a un acto oficial, del cual fue mandada a sacar por una ''primera dama'' enterada de los ''desvaríos'' de ésta con su marido.
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De todo ello ello se pudiera escribir un libro, narrando por ejemplos las aventuras de la productora de programas de televisión, que fue empleada y amante de un ''calientísimo'' hombre de la televisión, siendo éste un hombre casado. Que también lo fue del cantante canario, casado por igual en España y del famoso maestro, pianista y director de orquesta canuco, con el cual su bellaquería alcanzó niveles máximos.
Una consistía en que después de haber estado con él, que lo despachaba para su casa, le hacía una llamada telefónica anónima a su esposa, para decirle con voz fingida: “Si quieres comprobar que estuve con él, chequea el beso con pintalabios que le estampé al lado de la etiqueta del pantaloncillo sin que se diera cuenta’’.
Otro caso fue el del director de orquesta que le puso un programa de televisión a su joven mujer, con camarógrafo asignado y todo, pensando que con ello iba a contribuir a su desarrollo en la comunicación.
Pero mientras él andaba de gira con su orquesta, la esposa se divertía con el camarógrafo aparentando siempre que ‘’estaban trabajando’’.
El último que se enteró fue el merenguero, cuando Estrellita Piantini y Milagros Holguín lo dijeron en la sección Las Vecinas del programa Arte Nacional en TV que se transmitía por el Canal Seis, Circuito Independencia, hoy Telemicro, canal 5.
El empresario disquero y radiodifusor que se volvió loco con la encargada de la oficina de su empresa en Venezuela. Cuando su esposa se enteró le plantó el divorcio, con la amenaza de que en la partición de bienes se quedaría con la mitad de todas sus empresas. El hombre prefirió arreglarse con la esposa y ‘’soltar en banda’’ a la venezolana.
El productor y conductor de programas que tenía un romance con la cantante, a la cual llevó como presentadora de su programa, y a la que después sacó de mala manera sin que se conocieran las razones.
Luego ese mismo productor fue ‘’templo’’ de la cajera de un supermercado, y ello estuvo a punto de costarle el divorcio.
El manager de orquesta, que para hacer una producción fotográfica buscó a un grupo de motoristas en Harley Davidson, y su mujer terminó ‘’enganchada’’ por uno de ellos.
La esposa del periodista que era secretaria de un director del canal 4.
El comentarista de El Show del Mediodía que cuando salía del programa se cambiaba de ropa para visitar a una amante, hermana de una popular vedette residente en la parte alta de la ciudad, y cuando regresaba a su casa antes de llegar se cambiaba de nuevo poniendose la ‘’remúa’’ con la que había salido, de manera que no llegaba estrujado ni con signos de haber protagonizado niguna ‘’pelea carnal’’.
Pudiéramos seguir mencionando al fenecido comediante con una ex vedette; la comediante y cantante casada con el realizador de videoclips que se las arreglaba con un actor de teatro.
El caso más patético de todos era el del músico que mientras estaba en su casa, leyendo el periódico, o viendo televisión, su mujer en el baño le rendía culto al ''Santo Cachón'' en su propia casa.
La ‘’seria’’ y ‘’religiosa’’ señora de la casa pasaba horas
bajo la ducha, dándose un ''rico baño'', sin que el marido se percatara de que por la ventana que daba al patio, saltaba un vecino que la ayudaba a ‘’enjabonarse’’ y a ‘’estrujarse’’ con la esponja.
De más está decir que practicaban aquello de ‘’se me cayó el jabón, agáchate y pásamelo’’.
Y el marido tan ‘’quitado’’ de bulla, sin percatarse de que el tema que dice “ a la mujer de un amigo se la están, aconsejando’’ le caía como anillo al dedo.
Todo esto y más forma parte de ‘’los amores que matan’’...Son la parte oculta del juego entre cornudos y cornudas...
Publicado por Joseph Caceres
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