La película "La Lucha de Ana" ha ayudado a la comediante Cheddy García a salirse del marco.
Cheddy ha sido del grupo de artistas maltratados por la denominada "hight" del medio artístico, pues la gente la ha siempre asociado a los caracteres y personajes populares que encarna en la televisión, al igual como sucede con la mayoría de los comediantes de Telemicro.
Siendo este "el canal del pueblo", que en una época fue bautizado como "el telecable de los pobres", su programación local se fundamentó en comediantes populares que recreaban en sus comedias situaciones de la vida cotidiana de la gente humilde y sencilla.
Comediantes de barrios, escenificando en su humor conflictos de gente de los sectores marginados, fueron etiquetados de inmediato como "chopos", "sin clase" y vulgares.
Se podía comprobar que el "coño" que echaba en el aire en su programa el difunto Freddy Beras Goico, era aceptado y perdonado, porque era Don Freddy. Pero si lo decía uno de Telemicro era catalogado de indecente, vulgar, sin educación y sin clase.
Ello contribuyó en gran medida a que Cheddy al pasar por la "caja registradora" del supermercado social, marcara siempre un precio bajo y barato, porque representaba un producto no "fruible" para la élite, que si lo compraba, al momento de "consumirlo" le buscaban todos los defectos para "desecharlo".
Una situación similar padecieron Raymond y Miguel, y no fue hasta convertirse en principales figuras del cine, cuando finalmente fueron aceptados por la denominada "gente de arriba", (porque con la de abajo siempre han contado), que hasta fueron declarados como Los Nuevos Reyes del Humor, apadrinados y coronados por Freddy, Cuquín y Boruga, los antiguos integrantes de la realeza humorística.
Con esos comediantes sucedió lo mismo que con la bachata, que fue aceptada en los grandes salones sociales, luego de que Juan Luis Guerra la vistió de gala.
Y por la juventud, luego de la impronta del grupo Aventura.
Hasta que Raymond y Miguel no se convirtieron en figuras imprescindibles del cine, no fueron reconocidos en toda su dimensión y talento, por un sector rancio del arte y la comunicacieon que siempre se ha tenido a menos con los artistas populares.
A Cheddy García siempre se la han "comido viva" por "desclasada", y no han faltado irrespetuosos del medio que la han catalogado, por su vestir, como "muy chopa", cuando quizas lo que le ha faltado, en ocasiones, es una asesoría de imagen.
Es el precio que han tenido que pagar Raymond y Miguel, Boca de Piano, Manolo Ozuna, Pachulí, Rafael Alduey, Felix Peña y todos los demás que como Cheddy han abrevado del pueblo para hacer reir recreando situaciones de su propia realidad y entorno.
Con la película La Lucha de Ana, se le ha presentado a Cheddy García una magnífica oportunidad de salirse del marco y el encasillamiento de la llamada élite de la farándula, conformada por mucha gente despreciable, que no acepta el triunfo ni el éxito de los artistas humildes del pueblo que se han impuesto a base de tqalento, con el apoyo de un canal de televisión que se maneja con criterios no excluyentes.
Paradógicamente, no hay película ni espectáculo en grande de humor, donde no estén los llamados "desclasados" de Telemicro.
Se los han tenido que "comer con pan", porque el plátano y la yuca están muy caros.
Publicado por Joseph Caceres
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