Ciudad de México.- Vicente Fernández dirá adiós a los escenarios el sábado en su concierto “Un azteca en el Azteca”. Quienes lo conocen consideran que es una merecida despedida, pero no creen que sea lo último que escucharemos de la leyenda de la música regional mexicana.
El concierto será en el imponente Estadio Azteca de la capital mexicana, que con su capacidad para más de 100.000 asistentes ha recibido a artistas de la talla de Michael Jackson, Madonna y U2, así como en su momento al papa Juan Pablo II.
“Me da mucho gusto que sea en ese lugar y que sea así de esa manera, en grande. Es poquito de todo lo que se merece de tantos años que nos ha regalado”, dijo El Dasa, a quien don Vicente conoció cuando trabajaba como su chófer y le dio una oportunidad increíble al permitirle cantar con él en el Gibson Amphiteatre de Los Angeles.
“Ojalá y sea algo inolvidable para él, que no sea uno más, sino que sea inolvidable”. Desde febrero de 2012 Fernández anunció que dejaría los escenarios.
Dijo que la decisión la tomó después de que un periodista le preguntó si había pensado en retirarse. “Yo soy de una sola palabra y cuando digo me retiro, me retiro”, aseveró Fernández.
“Me voy a retirar cumpliendo los compromisos que me eché. Soy una gente que no le gusta dejar a medias las cosas”, expresó entonces en una rueda de prensa en su rancho, no sin antes aclarar que sería tras una extensa gira de despedida.
En septiembre de ese mismo año grabó una canción a dúo con Tony Bennett, “Return To Me”, para el álbum del cantante estadounidense “Viva Duets”.
En una entrevista con motivo del lanzamiento del disco, Bennett dijo que Fernández había sido “su favorito” y que compartieron extensamente en el rancho del mexicano. “Lo tratan como a Frank Sinatra en los países latinos”, expresó.
Pero para noviembre Fernández fue sometido a una compleja cirugía en la que le extirparon casi la mitad del hígado a causa de un tumor.
Aunque se recuperó con éxito, un año después enfrentó una trombosis pulmonar y en marzo de 2015 le fueron retiradas tres hernias formadas durante el proceso de recuperación de la operación hepática.
A pesar de estos males, tuvo conciertos en Latinoamérica y Estados Unidos e incluso lanzó un disco en octubre del año pasado.
“El orgullo que me queda que es que llegué a retirarme con la voz que me conocieron al principio”, dijo Fernández en una conferencia de prensa en su arena VFG en Tlajomulco de Zúñiga, al sur de Guadalajara. “No me voy de esta carrera por falta de voz, ni por falta de cariño”.
Elegantísimo con sus trajes de charro, Fernández ha dominado los palenques y sus conciertos suelen extenderse por horas.
Ha vendido más de 50 millones de discos y ha sido galardonado con dos premios Grammy y siete Latin Grammy. Su lema es “no dejo de cantar hasta que ustedes no dejen de aplaudir” y para el sábado no se espera menos.
Fernández nació el 17 de febrero de 1940 en el pueblo de Huentitán El Alto, en el estado de Jalisco. De ahí su mote. Pasó la mayor parte de su niñez en el rancho de su padre, Ramón Fernández, en las afueras de Guadalajara.
Siempre dijo que su sueño de ser artista se realizó gracias al apoyo de su madre, Paula Gómez de Fernández, quien lo impulsó a aprender música folclórica y lo llevaba al cine, otra de sus pasiones con la que finalmente pudo debutar como protagonista de la cinta “Tacos al carbón” en 1971.
En 1954, a los 14 años, ganó un concurso amateur de una televisora en Guadalajara. En 1966 la empresa CBS México (hoy Sony Music) lo contrató y Fernández grabó “Perdóname” y “Palabra del Rey”, sus primeros éxitos.
Pedro Ramírez ha estado con Fernández desde entonces, primero como músico, luego como arreglista y finalmente como su productor de cabecera.
“Él ya llegó a un sitio como Pedro Infante, como Miguel Ángel Mejía, como Jorge Negrete que ahí va a estar para siempre”, dijo a la AP Ramírez, quien también ha sido productor de Angélica María, Vickki Carr y Manoella Torres.
“Con él empezábamos a grabar, por ejemplo a las 10 de la mañana y era todo el día y parte de la noche, eran sesiones muy largas”, dijo Ramírez, quien asistirá al concierto del sábado.
“Y no grabábamos un solo LP, grabábamos más de un LP en una sesión… Había veces que en un solo día grabábamos veintitantos temas”, agregó el productor galardonado con el Premio del Consejo Directivo de la Academia Latina de la Grabación en 2013.
Ramírez afirmó que esta despedida no será lo último que se escuche de Fernández. “Según sé sí es ya el (concierto) definitivo”, dijo. Pero “discos todavía hay para salir al mercado”.
El concierto será en el imponente Estadio Azteca de la capital mexicana, que con su capacidad para más de 100.000 asistentes ha recibido a artistas de la talla de Michael Jackson, Madonna y U2, así como en su momento al papa Juan Pablo II.
“Me da mucho gusto que sea en ese lugar y que sea así de esa manera, en grande. Es poquito de todo lo que se merece de tantos años que nos ha regalado”, dijo El Dasa, a quien don Vicente conoció cuando trabajaba como su chófer y le dio una oportunidad increíble al permitirle cantar con él en el Gibson Amphiteatre de Los Angeles.
“Ojalá y sea algo inolvidable para él, que no sea uno más, sino que sea inolvidable”. Desde febrero de 2012 Fernández anunció que dejaría los escenarios.
Dijo que la decisión la tomó después de que un periodista le preguntó si había pensado en retirarse. “Yo soy de una sola palabra y cuando digo me retiro, me retiro”, aseveró Fernández.
“Me voy a retirar cumpliendo los compromisos que me eché. Soy una gente que no le gusta dejar a medias las cosas”, expresó entonces en una rueda de prensa en su rancho, no sin antes aclarar que sería tras una extensa gira de despedida.
En septiembre de ese mismo año grabó una canción a dúo con Tony Bennett, “Return To Me”, para el álbum del cantante estadounidense “Viva Duets”.
En una entrevista con motivo del lanzamiento del disco, Bennett dijo que Fernández había sido “su favorito” y que compartieron extensamente en el rancho del mexicano. “Lo tratan como a Frank Sinatra en los países latinos”, expresó.
Pero para noviembre Fernández fue sometido a una compleja cirugía en la que le extirparon casi la mitad del hígado a causa de un tumor.
Aunque se recuperó con éxito, un año después enfrentó una trombosis pulmonar y en marzo de 2015 le fueron retiradas tres hernias formadas durante el proceso de recuperación de la operación hepática.
A pesar de estos males, tuvo conciertos en Latinoamérica y Estados Unidos e incluso lanzó un disco en octubre del año pasado.
“El orgullo que me queda que es que llegué a retirarme con la voz que me conocieron al principio”, dijo Fernández en una conferencia de prensa en su arena VFG en Tlajomulco de Zúñiga, al sur de Guadalajara. “No me voy de esta carrera por falta de voz, ni por falta de cariño”.
Elegantísimo con sus trajes de charro, Fernández ha dominado los palenques y sus conciertos suelen extenderse por horas.
Ha vendido más de 50 millones de discos y ha sido galardonado con dos premios Grammy y siete Latin Grammy. Su lema es “no dejo de cantar hasta que ustedes no dejen de aplaudir” y para el sábado no se espera menos.
Fernández nació el 17 de febrero de 1940 en el pueblo de Huentitán El Alto, en el estado de Jalisco. De ahí su mote. Pasó la mayor parte de su niñez en el rancho de su padre, Ramón Fernández, en las afueras de Guadalajara.
Siempre dijo que su sueño de ser artista se realizó gracias al apoyo de su madre, Paula Gómez de Fernández, quien lo impulsó a aprender música folclórica y lo llevaba al cine, otra de sus pasiones con la que finalmente pudo debutar como protagonista de la cinta “Tacos al carbón” en 1971.
En 1954, a los 14 años, ganó un concurso amateur de una televisora en Guadalajara. En 1966 la empresa CBS México (hoy Sony Music) lo contrató y Fernández grabó “Perdóname” y “Palabra del Rey”, sus primeros éxitos.
Pedro Ramírez ha estado con Fernández desde entonces, primero como músico, luego como arreglista y finalmente como su productor de cabecera.
“Él ya llegó a un sitio como Pedro Infante, como Miguel Ángel Mejía, como Jorge Negrete que ahí va a estar para siempre”, dijo a la AP Ramírez, quien también ha sido productor de Angélica María, Vickki Carr y Manoella Torres.
“Con él empezábamos a grabar, por ejemplo a las 10 de la mañana y era todo el día y parte de la noche, eran sesiones muy largas”, dijo Ramírez, quien asistirá al concierto del sábado.
“Y no grabábamos un solo LP, grabábamos más de un LP en una sesión… Había veces que en un solo día grabábamos veintitantos temas”, agregó el productor galardonado con el Premio del Consejo Directivo de la Academia Latina de la Grabación en 2013.
Ramírez afirmó que esta despedida no será lo último que se escuche de Fernández. “Según sé sí es ya el (concierto) definitivo”, dijo. Pero “discos todavía hay para salir al mercado”.
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