Picoteando el Espectáculo
Lindsay Lohan quiere desmarcarse de la imagen de fiestera que le dieron sus largas noches junto a Paris Hilton y Britney Spears en la década de los 90. “Mi pasado tiene que permanecer en el pasado. La gente tiene que soltarlo y dejar de mencionarlo porque no está... se ha ido. Está muerto”, ha declarado la actriz.
En una entrevista con The New York Times, Lohan ha reflexionado sobre su asidua presencia en el pasado en la prensa sensacionalista. La actriz, que hace pocos meses ha abierto un club en la playa de una isla griega, ha valorado positivamente que su actual negocio se encuentre lejos de su país de nacimiento: “No estoy en Estados Unidos, así que nadie lo sabe, lo cual es bueno para mí”.
La actriz se sintió obligada a cambiar de vida después del episodio violento en público que vivió con su ex novio Egor Tarabasov. En la grabación se puede ver a Egor saliendo de un coche a toda velocidad para agarrar con fuerza a Lohan y quitarle el teléfono de las manos. “Sucedió, aquí en Mykonos, en la playa. Y ese fue el momento en que cambié y pensé: ‘voy a tomar el control de mi vida por completo, y despediré a todos y los volveré a contratar cuando esté lista’”, ha revelado la famosa actriz.
“¿Dónde está el único lugar donde puedo encontrar silencio?”, se preguntó Lohan al querer cambiar de vida. Ella misma eligió la playa donde fue agredida para abrir su nuevo negocio. “Va a ser mi playa”, ha revelado que pensó. Lohan tiene un par de proyectos de cine en proceso y ha reconocido que le encanta su trabajo.
No es la primera vez que la actriz de Quiero ser super famosa, Chicas malas y Herbie a tope! cuenta que quiere “volver a empezar” tras un escándalo relacionado con su imagen de fiestera. La actriz ha pasado más de 300 días en varios centros de rehabilitación debido a condenas por conducir ebria y posesión de cocaína. Su año más loco fue en 2007, en el que incluso paso por prisión, pero solo 84 minutos.
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