Hace más de 25 años que Olga Lara decidió ponerle un punto final a su carrera artística. Determinación que tomó porque, según confiesa, en su vida cambiaron sus prioridades, y para entonces el amor y la estabilidad emocional que le proporcionaba su actual pareja, no era negociable.
En este punto la conocida baladista, que en la década de los 80 llenó, a toda capacidad, estadios de béisbol y aforos de más de cinco mil personas por todo el país, tuvo el valor de apartarse del mundo del espectáculo en un momento en que gozaba de popularidad y una gran audiencia en la radio nacional.
Fueron muchas las opiniones que, en ese momento, se emitieron sobre el asombroso anuncio que hacía la cantante que, además, protagonizó una de las más candentes rivalidades de la música dominicana con su homóloga Vickiana.
A pesar de las ponderaciones hechas por expertos y conocedores del comportamiento artístico en el país, Olga no dio marcha atrás y continuó con su vida, experimentando nuevas experiencias en actividades que disfrutaba. Por ejemplo permaneció cinco años como instructora de aerobic y luego ingresó a la universidad a estudiar psicología, en donde se graduó con honores entre 300 estudiantes.
Además de los estudios y su trabajo en la carrera, la artista se ha involucrado en colaborar con trabajos a instituciones sin fines de lucro. Recientemente también escribió su primer libro de poemas titulado “Cosas del alma”.
Despedida
La gran mayoría de los artistas aman el escenario y poder continuar llevando su arte los llena de vitalidad, siendo esto, en muchos casos, su motivo para vivir. Generalmente el retiro llega de manera obligada, ya sea por enfermedad, decadencia o porque la muerte los sorprende esperando por cantar.
Para Olga fue una decisión en absoluta facultad de sus sentidos y con el deseo de iniciar un nuevo camino.
“Debo dejar claro que nadie es un exartista. Siempre seremos artistas independientemente nos dediquemos a otras actividades. Mi decisión no se dio de una manera espontánea y como dice uno de mis poemas cambian las prioridadesÖentonces hubo un momento de mi vida que tuve que priorizar. Tuve casi 20 años en el mundo del arte y nunca he dejado de ser artista porque cuando presento charlas para los jóvenes en alguna institución para la que trabajo, siempre me piden que interprete una o dos canciones, y termino complaciendo a la audiencia”, refiere.
Confesó que cuando se apartó del canto no lo hizo porque se sintiera obligada y por eso no cree que vuelva a subir a los escenarios.
Las baladistas
La vida ha dejado en Olga Lara significativas lecciones y una de gran valor ha sido el no juzgar a los demás, por eso no se refirió a ninguna de sus compañeras de carrera artística cuando se le cuestionó sobre el curso que han tomado las baladistas en el país. “No juzgo, cada quien sabe qué hacer con su vida”, respondió.
“El público cuando ama a sus artistas los ama para toda la vida. Anthony Ríos fue grande y seguirá siendo grande. Por eso cuando Vickiana y yo subimos al escenario del Teatro Nacional, en el reconocimiento que nos hizo Acroarte, ese momento ha sido la mayor audiencia que se ha registrado en la historia de la transmisión de los Premios Soberano, y eso no es más que el cariño del público que sigue vivo”.
El libro, “Cosas del alma”
El pasado mes de julio Olga Lara puso a circular su primer libro de poemas “Cosas del alma” que expone diversidad de reflexiones escritas en forma de soneto.
El libro está escrito en un lenguaje llano “porque son reflexiones psicoterapéuticas, y como dice la doctora Vanessa Espaillat, quien escribió el prólogo, refiere que su lectura puede ser usada tanto en el contexto terapéutico como para ser referido a las personas que pueden estar pasando por experiencias parecidas, o también para quienes quieran navegar la travesía de su crecimiento personal”.
Agregó: “En este libro he plasmado lo vivido, la experiencia de conocer y compartir con tantos amigos que han atravesado por situaciones y que han sabido renacer de sus cenizas”, explicó.
Para el próximo año ya tiene previsto estrenar otro libro de poemas. Lo que no tiene en planes la artista es regresar a los escenarios. Mientras tanto continúa su trabajo en la psicología.
ACTIVIDADES
Su felicidad. “En la vida todo me ha enriquecido como ser humano. A cada actividad que he dedicado mi tiempo, la he realizado con amor y sabiendo que se trata mi felicidad y de la felicidad de mi familia, y eso no es negociable”. Olga es madre de dos hijos y tiene también cinco nietos.
Fuente Ynmaculada Cruz Hierro/listin diario
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