Un vídeo creado a partir de tecnología láser muestra de manera contundente cómo hablar con otra persona sin mascarilla podría ser indicador de transmisión del nuevo Sars-CoV-2, el coronavirus que provoca la COVID-19. La demostración fue realizada por médicos y científicos del Instituto Nacional de Salud y la Escuela de Medicina de la Universidad de Pennsylvania. La grabación fue publicada por The New England Journal of Medicine, con base en Boston, la principal revista de divulgación científica de los Estados Unidos.
Las gotas generadas y expulsadas por el organismo son claves para el contagio del virus. Hablar, por ejemplo, también provoca este tipo de partículas mínimas y en la mayoría de los casos imperceptibles. “El acto de hablar genera gotas de líquido oral que varían ampliamente en tamaño, y estas gotas pueden albergar partículas de virus infecciosos”, explica la publicación. Sin embargo, aclara que si bien una gran porción de esas gotas se precipitan de inmediato llegando al suelo y no revistiendo peligro, otras permanecen flotando en el aire y pueden alojarse en otras personas, sobre todo aquellas que están cerca de nosotros. Por eso la importancia de la distancia social.
“Mientras que las gotas grandes caen rápidamente al suelo, las gotas pequeñas pueden deshidratarse y permanecer como “núcleos de gotas” en el aire, donde se comportan como un aerosol y, por lo tanto, expanden la extensión espacial de las partículas infecciosas emitidas”, advierten los profesionales. Para comprobarlo de forma empírica, instalaron equipos láser para poder determinar la eficacia del uso de mascarillas faciales ante diferentes tonos de voz.
En la carta publicada por la NEJM, los académicos decubrieron “que cuando la persona decía ‘mantenerse saludable’, se generaron numerosas gotas produjeron destellos al pasar a través de la hoja de luz. El brillo de los flashes reflejó el tamaño de las partículas y la fracción de tiempo que estuvieron presentes en un solo cuadro de 16.7 ms del video. El número de flashes en un solo cuadro del video fue mayor cuando se pronunció el sonido “th” en la palabra healthy (saludable o sano)".
Sin embargo, cuando debían pronunciar las mismas palabras aunque con una pequeña toalla húmeda delante de su boca que actuaba como mascarilla se “mostró una disminución en el número de gotas que se mueven hacia adelante”.
“Descubrimos que el número de flashes aumentaba con el volumen del habla; este hallazgo fue consistente con las observaciones anteriores de otros investigadores. En un estudio, las gotas emitidas durante el habla fueron más pequeñas que las emitidas al toser o estornudar. Algunos estudios han demostrado que el número de gotas producidas al hablar es similar al número producido por la tos. No evaluamos los roles relativos de las gotitas generadas durante el habla, los núcleos de gotitas, y los aerosoles en la transmisión de virus. Nuestro objetivo era proporcionar evidencia visual de las gotas generadas por el habla y describir cualitativamente el efecto de una cubierta de tela húmeda sobre la boca para frenar la emisión de gotas", señalaron los médicos Philip Anfinrud, Valentyn Stadnytskyi, Christina Bax y Adriaan Bax.
La importancia de la mascarilla
El uso de mascarillas faciales se ha vuelto obligatorio en algunas ciudades del mundo, sobre todo en espacios públicos o cerrados. Chile, por ejemplo, decretó la utilización obligatoria tanto en el transporte público como privado, para usar este tipo de protección facial en espacios públicos, incluso en supermercados, siguiendo así las nuevas recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En la ciudad de Buenos Aires, capital argentina, también se establecieron parámetros similares.
Por su parte, desde este sábado el estado de Nueva York dispondrá medidas similares. Lo anunció el gobernador Andrew Cuomo. Por el momento no está contemplado no ningún castigo por su incumplimiento, aunque un sistema de multas podría agregarse en el futuro. Tampoco, por ahora, se impedirá el uso del transporte público a quienes no porten mascarilla. Además, siempre que la orden de mantener una distancia de seis pies (1,8 metros) pueda cumplirse, no será obligatorio cubrirse el rostro.
Días atrás el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, había recomendado el uso de mascarillas en los comercios, avalando incluso que los comerciantes la requirieran a sus clientes. La de Cuomo es la última de una serie de medidas orientadas a contener la propagación del virus en el estado más afectado por el COVID-19 en Estados Unidos, a su vez el país más golpeado por la pandemia.
Fuente Infobae
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